Por: Asdrovel Tejeda
En el siglo iv, allá por los años 400, acontecieron un sin número de acciones, que provocada, por el surgimiento del apoyo imperial con la incorporación del cristianismo como religión oficial del Estado, por el edicto de Tesalonica, evacuado por el Emperador Teodosio uno el Grande.Decía, sucedieron una gran cantidad de sucesos que influyeron en la dinámica histórica llegando hasta nuestros días, veamos:
La incorporación del credo Niceno que determinó que Cristo es un Dios por si mismo y no sólo hijo, como también el Espíritu Santo, que junto al padre establecen la trilogía del Dios de los cristianos ( ¡no es uno, son tres!) convertidos en el homousismo ( consustancialidad) esgrimido por Atanasio, quien fuera Obispo de Alejandría, contra el Arrianismo, empleado por Arrio, sacerdote y asceta alejandrino; que postulaba, asunto que se debatía mucho antes de su aparición y que él hizo suyo, que el hijo está subordinado al padre. Cuestión que debatida en el primer concilio de Nicea en el año 325, dando como ganador a Atanasio y su postulado del Niceismo.
Pues bien, esa Alejandría, faro de luz de su época y donde se localizaba la famosa biblioteca de su nombre, quemada por los cristianos , enemigos acérrimos de todo lo que es conocimiento y verdad, inmolaron también a Hipatia, mujer científica, matemática, filosofa, maestra, cabeza de la escuela neoplatonica, quien no estaba de acuerdo con el cristianismo. Inducidos por el arzobispo Cirilo, «los hombres de negro» turba cristiana, la llevaron a -rastras- a una iglesia, la desnudaron, la violaron y con fragmentos de cerámicas rotas, la torturaron y por último despedazaron su cuerpo. Esa misma Alejandría cristiana, que en la cruzada dirigida por Pedro 1, en el 1365, fue saqueada, asolada y destruida por santos varones cristianos.
Los mismos que algunos años después, en la Florencia de los Medicis en el 1497 bajo el mando del monje Girolamo de Savonarola, inspirado por el curso de los planteamientos de los sermones de Bernardino de Siena, durante un martes de carnaval, ( vamo a bebe,!!vamo a goza!!) comenzó la hoguera de las vanidades, quemando espejos, maquillajes, vestidos, libros, cuadros y etc., así como agrediendo y matando a los que no estaban de acuerdo a su visión del Dios que siguen y, que apoyadas por el Papa Alejandro vi ( Rodrigo Borgia) elemento que dirigía la representación de Dios en la tierra ( carajo, parece que Dios no investiga a sus escogidos, será que no tiene internet?) y que estipuló, tenía cuatro hijos ( que bueno es así) uno de los cuales dirigía los ejércitos papales y de quién se decía era un genio militar, Cesar Borgia, por el cual Maquiavelo se inspiró escribiendo- el Príncipe – . Tenía el papa otros hijos, a saber: Joffre, Juan y Lucrecia, muy hermosa ella, su papá el papa convivía con ella y fue en sus manos ficha de intercambio político, decía que muy bella y deseada por miembros altos de diferentes cortes de la época, se decía de ella que no le gustaba mucho el agua; pecata minuta ante tamaña belleza.
Es la misma iglesia de las cruzadas, pero también de la conquista de América, esa América que vio, el asesinato y cremación de sus indígenas en nombre de la santa inquisición dirigida por un piadoso hombre de Dios, llamado Tomas de Torquemada. Pues bien, esa misma iglesia rodeada se santidad, con hombres probos y justos, determinó, con el auspicio de otros hombres lumbreras, enjundiosos, piadosos y llenos de fe, aquellos a los que se les pide – levanten sus manos, honorables – y, que a veces, imbuidos de santo temor, no solo la levantan, también las meten inescrupulosamente en chanchullos de alta política para mejorar el destino económico y el futuro de sus familiares cercanos, – que buenos son, que buenos son- Hacen, aprobando, una ley anti aborto, tan sensible, humana y decente, que prohíbe abortar aunque el producto sea parte de un incesto, de una violacion o que el neonato ponga en peligro de muerte de la madre o de los dos. Se erigen en los amos y señores de las vaginas de la patria. Las mismas vaginas que otrora, alegaban, era el instrumento principal del pecado. Aleluya, Aleluya, el oscurantismo a pie….. Hay que estar vivos.
Excomulgarme, excomulgarme, que me importa a mí!!!! Hipócritas hijos de la oscuridad.
Comentarios...