
Desde tempranas horas de la tarde negocios abrieron sus puertas, donde a pesar de muchos de ellos no tenían muiscas encendidas, pero la ventas de alcohol se hizo como un día normal.
En el Distrito Municipal Nizao, en el sector La Cumbre y El Callejón, los negocios vendían sus bebidas de manera normal, hasta el punto que la Policía tuvo que cerrarlos, pero una hora más tardes volvieron a vender.
Lo mismo aconteció en los municipios de Sabana Larga y Ocoa, donde el alcohol no fue obstáculo para sus compras, en varios sectores de estas comunidades la gente se apostaba en las esquinas para celebrar el Viernes Santo a ritmo de tragos.
Comentarios...