Ser un buen padre no es tarea fácil, no se trata de algo que se enseña en la escuela o universidad, sino que se aprende con la experiencia y se perfecciona a lo largo de la vida, según los valores inculcados en el hogar.
El padre tiene unos roles fundamentales en la formación de los hijos que son:
Disciplinarlos:
A pesar de que las madres tenemos capacidad y potencial para educar a los niños, la figura paterna es de gran importancia en la crianza y disciplina de los mismos, pues ellos ven al papá como la fuerza, la figura jerárquica del hogar.
Manutención:
A pesar de que los tiempos han cambiado y las exigencias económicas son cada vez mayores, obligando a que, para poder solventar los gastos del hogar, tanto la madre como el padre tengan que trabajar, bíblicamente es responsabilidad del papá llevar el sustento a la familia y cubrir los gastos, un papel que la mayoría de los hombres desempeñan con mucha responsabilidad.
La figura del padre para los hijos:
Los niños ven a papá como su súper héroe, aquel que puede resolver todos sus problemas. En este sentido, es bueno que estos puedan contar con ese apoyo, en especial en sus primeros años de vida. Esto les proporciona un desarrollo saludable y les ayuda a ser niños emocionalmente sanos. Este acompañamiento es visto por los niños como el bastón que necesitan para recorrer el camino de la vida, es a esto que yo llamo amor de padre.
En los párrafos siguientes quiero referirme a la celebración del Día del Padre, su origen, importancia y valoración.
De acuerdo con una publicación hecha por el periódico El diario libre, en julio de 2017, “su origen se remonta al año 1909, cuando la señora Sonora Smart Dodd, de Washington, propuso la idea.
Según la historia, Smart Dodd consideró que su padre Henry Jackson Smart, merecía tener un día que lo honrara, por ser un ejemplar padre que la crió a ella y sus otros cinco hermanos cuando enviudó.
Smart Dodd se dio cuenta que su padre había sido un ejemplo al criarlos a todos con educación y valores, por lo que propuso que el 5 de junio se rindiera honor a los padres. Sin embargo, no fue hasta el 19 de junio del año 1910 que se celebró el primer Día de los Padres en esa localidad.
Luego, esta festividad se expandió a todas partes del mundo, pero con diferentes fechas».
Redacta el escritor, además que, con relación a nuestro país (República Dominicana), esta celebración se hacía el último domingo de junio, un mes después de las festividades del Día de las Madres. La fecha fue cambiada porque se consideró que un mes era muy poco tiempo para recuperarse económicamente de los gastos de la primera celebración que se hacía en el día dedicado a las madres por lo que no tendrían dinero para hacer un buen regalo a los padres.
De ahí que, el último domingo del mes de julio, se celebra esta importante fecha que, a mi juicio no es más que un día comercial cuyo objetivo principal es compartir regalos o comida con esos hombres que Dios usó para procrearnos.
Años tras años, tanto los mismos progenitores como los dueños de establecimientos comerciales expresan su descontento acerca de esta festividad, al compararla con la celebración del Día de las Madres en lo que tiene que ver con el movimiento económico que se genera.
Otra crítica a esta festividad, según los ciudadanos, la poca promoción que se le hace. Sin embargo, a pesar de todo esto, esta fecha tiene especial significado para la mayoría de los hijos, los cuales toman este tiempo para compartir en familia, preparar alimentos, entre otras actividades. Muchos se trasladan de un lugar a otro con el único objetivo de lograr que sus papás pasen un día agradables y aquellos que han sufrido la pérdida física de quienes les trajeron al mundo, visitan los cementerios para llevar flores y “expresar ante la tumba la falta que les hacen”.
Cabe destacar que vista la creencia errónea de que «este acontecimiento es poco valorado,” las redes sociales se abarrotan de memes con mensajes que poco aportan a las emociones de nuestros padres, que de por sí son tan valiosos como las madres.
En mi opinión, considero que la discrepancia entre estas dos festividades radica en que las mujeres somos más proclives a motivarnos con detalles y a la cultura existente en nuestro país de que las féminas somos las que debemos encargarnos del hogar, el aseo y el embellecimiento de la casa, lo que explicaría la razón por la cual en su día se les obsequian muchos regalos que van desde trastes para la cocina hasta los más sofisticados electrodomésticos.
Con relación a los regalos para los hombres, también hay mucho para compartir, agregando además que estos gozan de la particularidad de que sus presentes son para su uso exclusivo. Así que vayan mis felicitaciones a todos los padres a propósito de la celebración el pasado domingo de su día.
Ustedes son muy especiales, hombres valientes y esforzados que luchan cada día para llevar el sustento a sus hogares y que disfrutan cada momento con su familia.
¡Feliz Día de los Padres!
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