Por: Demetrio Miguel
Desde hace años se vienen cometiendo torpezas ambientales en la zona de Valle Nuevo, iniciando con las famosas siembras de papas que se intentaron establecer de forma permanente, para lo cual se desmontó una cantidad de tareas de pinos que servían de base para la sustentación del Nizao, aquello, como era de esperarse se hizo sin ningún estudio previo y sin consultas, simplemente la imposición de algún funcionario o amigo del presidente de turno.
Como ha sucedido en innumerables ocasiones en otras zonas del país, especialmente áreas protegidas. Los espacios protegidos del país, son vistos siempre como el pastel a repartir por cualquier elemento con poco o ningún conocimiento sobre éstos.
El Parque Nacional de Valle Nuevo es un área protegida en el centro de la República Dominicana que posee una biodiversidad única en el Caribe. Creado en 2006, está ubicado en una meseta sobre los 2,200 metros de elevación, siendo altitud máxima los 2,842 metros de elevación del extinto volcán Alto de la Bandera. Se caracteriza por albergar una vegetación propia de la ecozona neoártica. Valle Nuevo surgió tras el derretimiento del glaciar que ocupaba la Cordillera Central durante el Último Máximo Glacial; Varios ríos importantes nacen dentro del Parque Nacional de Valle Nuevo, incluyendo el Nizao, Grande, Cuevas, Blanco, Banilejo, Ocoa y Tireíto. En el parque se han encontrado 531 especies de plantas, de las cuales 138 son endémicas de la isla Hispaniola. Hay 66 especies de aves, 48 de mariposas, 29 de reptiles y 17 de anfibios. Dentro del parque se han reportado gatos silvestres, cuyo tamaño es ligeramente mayor que los gatos domésticos ordinarios.
Hay también conejos silvestres, que se han propagado en el área de La Nevera y Sabana Quéliz. Entre las aves endémicas tenemos la cigua palmera. Entre los reptiles y anfibios existen lagartos del género Anolis, y una gran diversidad de especies de ranas del género Eleutherodactylus, que hoy hacen del parque uno de sus últimos refugios.
Pero la cantidad de riachuelos o arroyos y venas de agua existentes en Valle Nuevo no se cuantifican debido a que al ser ocasionales no tienen agua constantemente y esos son los que nutren a todo el entorno o represa que radican debajo de tierras cubiertas de limo y son la fuente de vida de todo el complejo entramado de hidrología que conforma una buena parte de la vida nacional. Hay 20 comunidades agrícolas dentro de los límites del parque, en las cuales viven unas 4.000 personas. La mayor concentración está en la zona sur, alrededor de las comunidades de La Nuez y La Horma. Y ahora se ha expandido hacia el norte o Constanza y una gran cantidad son haitianos establecidos como obreros agrícolas en la zona. Hay que mencionar las cabañas que se han construido en una parte de la zona y que aunque no son residentes allí hacen vida de fin de semana, imagínese la Cibao-Sur construida, lo que hubiese constituido para esos espacios protegidos. En el parque se han documentado áreas originadas en el cretáceo, zonas de origen glacial (en concreto en la zona más alta, en el Alto de la Bandera), donde hay circos, aristas, canales glaciales, morreras y represiones rellenadas por turbas. Ya podemos imaginar el daño que se ha ocasionado a este ecosistema por falta de planificación y estudios. Seguiremos con más.
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