Por Omar Ureña
Hace ya unos días hice un comentario sobre el transporte de los reclusos al Palacio de Justicia de Ocoa, donde reseñaba que solo se estaba conociendo audiencias los martes y jueves de cada semana, con relación a esas personas en conflicto con la ley, recluidos en la fortaleza Gral. Máximo Gómez de Bani.
Es cierto que cada día se conocen otras audiencias en dicho Palacio, pero de los reclusos que están en la dotación policial de esta comunidad.
Es decir, que se necesita con carácter de urgencia que se agilicen los procesos judiciales, para el buen funcionamiento de la justicia y para eso es vital que la fiscalía disponga de un autobús permanente.
Aquí se han donado varios vehículos para diversas instituciones y actividades, conocemos la disposición y la buena fe que ha tenido la alcaldía municipal de Ocoa en brindar su mano amiga facilitando el minibús los martes y jueves hasta tanto se corrija definitivamente el problema de transporte de los reclusos de esta comunidad, internos en la provincia Peravia.
Gestionemos un minibús, y no necesariamente para beneficio de los reos, no señor, sino, más bien, para evitar que los procesos caigan en un letargo y duerman el sueño del lirón.
Un minibús para la Fiscalía…
¡Si ombe sí!
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