Por Omar Ureña
En una visita a la comunidad Rincón del Pino en busca de información sobre un supuesto corte ilegal que se estaba llevando a cabo en dos tareas de una finca de un dirgente comunitario y político de esa zona, nos encontramos con este desastre medio ambiental llevado a cabo por los dueños de una propiedad y peor aún contando con el aval del ministerio de Medio Ambiente.
La imagen presenta un terreno de más de cien tareas, poblado anteriormente de árboles nativos y que fueron desplazados para la siembra de aguacate; está próximo al río del lugar. La institución que regula el medio ambiente y los recursos naturales del país supuestamente otorgó un permiso para este desatre que lacera nuestro habitat.
Según datos preliminares indican que los dueños de esos terrenos, solicitaron en el nivel central de Medio Ambiente la anuencia de los superiores para llevar a cabo este delito contra la naturaleza.
Si se hizo un escándalo local recientemente con el corte de casuarina y eucaliptos, árboles invasores en dos tareas, deberíamos encandalizar el mundo con esta indelicadeza aprobada por el que dirige el ministerio desde su sede principal, en este caso el ministro Ángel Estévez.
Según se ha dicho los propietarios de ese terreno son apellido Tavares y por lo visto tienen cierta influencia política y de poder, porque para cometer un crimen así y no pagar las consecuencias hay que estar muy cercano a las autoridades.
Llevamos a pasos acelerados la destrucción del planeta, las catástrofes por venir harán estragos. Será el lamento colectivo más doloroso de la historia, no habrá agua y por ende será el triste final de la vida, provocado por la inconsciencia y la ambición desmedida del ser humano moderno.
¡Sí ombe sí!
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