Antes de entrar en las consideraciones propias de este producto en Ocoa, es bueno conocer la definición, la importancia, como se relaciona esta actividad con la comunidad y qué características tiene el turista que realiza este tipo de viajes. Cuáles serían los beneficios que esta actividad tan importante traería para el caso específico de la provincia de San José De Ocoa, como nos conectamos con la nueva visión de este producto de la mano del Ministerio de Turismo de la RD y las autoridades de la Iglesia Católica y esto conectado en el contexto global y las nuevas tendencias de este nicho de mercado.
Definición:
Existen muchas definiciones, para este análisis solo nos vamos a quedar con esta: “El turismo religioso es una actividad especial relacionada con la prestación de servicios y la satisfacción de las necesidades de los turistas que viajan a centros religiosos sagrados fuera de su entorno habitual.
El turismo religioso es un segmento de negocio que busca desarrollarse y aprovecha como herramienta con el fin de generar progreso económico y dotar de infraestructura a aquellos sitios en los cuales tiene lugar, y contribuir al rescate y promoción del patrimonio cultural.
Algunas personas hacen viajes religiosos para purificar sus almas, así como para encontrar la paz y el equilibrio interior. Así, la peregrinación se practicaba incluso antes del nacimiento de Cristo, y ahora también es practicada por varias categorías de turistas.
Tenemos dos tipos de turismo religioso, uno de Peregrinación y el otro Religioso y Cultural.
Peregrinación. Representa el deseo de los creyentes de rendir culto a los lugares sagrados. Los peregrinos tienen una variedad de propósitos, como el deseo de rezar a Dios y estar más cerca de él, para encontrar la gracia, para realizar la obra de Dios, expiar los pecados, para expresar la gratitud por un buen acontecimiento, etcétera.
Religioso y Cultural. Los viajes en el formato de turismo religioso implican no solo el culto de las reliquias, edificios, estructuras u otros objetos de la iglesia, sino también un conocimiento general de la cultura y religión de un lugar en particular, que también es de interés educativo.
Algo más de historia:
El turismo religioso como destino ha existido desde la antigüedad. Sin embargo, los turistas religiosos solían viajar de forma independiente, sin la ayuda de ninguna organización turística. Su objetivo era visitar templos, catedrales, monasterios y lugares de preservación de reliquias sagradas.
La primera mención del turismo religioso se remonta a la antigüedad, cuando los antiguos griegos visitaron el Delfos. Más tarde se menciona el turismo de peregrinación en la Edad Media, cuando las Cruzadas ganaron especial importancia. En particular, bajo la guía religiosa se escondían las operaciones militares contra un estado en particular, por lo que los viajes religiosos en esa época habían adquirido un significado político especial.
En la segunda mitad del siglo XIX el turismo religioso comenzó a adquirir un carácter organizado. Por ejemplo, en Francia había viajes anuales para expiar los pecados.
¿Cómo organizar las visitas?:
Hasta la fecha, las visitas religiosas son las más comunes. Sin embargo, al organizar las visitas religiosas es necesario tener en cuenta varios aspectos:
- La Dirección del Tour. La dirección de la visita se determina en base a la fe que tenga el turista o el lugar específico que deba visitar. Por lo tanto, los Tours Operadores los agentes de viajes deben estar bien orientados en las direcciones disponibles y ser capaces de ofrecer al turista el producto adecuado.
- Los Medios de Transporte. En muchos países, el movimiento por los lugares sagrados se lleva a cabo mediante diversos tipos de transporte terrestre, la mayoría de las veces en autobús, ya que permite no sólo conocer los monumentos religiosos, sino también ver la vida cotidiana y el modo de vida de las personas que allí viven, además de conocer los atractivos naturales.
- Código de conducta. El turismo religioso, como ningún otro, requiere normas estrictas. La gente puede incluso ofender descuidadamente los sentimientos de los creyentes, por lo que es necesario conocer las reglas de conducta no sólo en el templo, sino también en otros lugares sagrados. Para evitar problemas a los turistas, es necesario explicarles las normas de conducta en un sitio determinado. Cuando se vaya a un tour religioso, los turistas también deben recordar que el turismo religioso no es un medio de entretenimiento y diversión. Es ante todo una oportunidad para cambiar la visión del mundo, para aprender cosas nuevas, y para dejar ir las emociones y las experiencias negativas.
Es en este contexto y a través de una iniciativa entre el Ministerio de Turismo de la RD en coordinación con la Iglesia Católica de Santo Domingo se lanzó en el país y para el mundo la “Ruta de la Fe”, hace aproximadamente unos 8 años atrás, con el objetivo de captar un nicho del mercado que ha venido creciendo de manera exponencial y nuestro país no podía quedar fuera de esta estrategia. Y como lo expreso en su momento el Arzobispo Ángeles “lo que contribuirá a fortalecer las visitas a las diferentes iglesias, catedrales, y por supuesto, los senderos, fortaleciendo así la fe y combatiendo las crisis de valores que arropan a muchas familias” Esto se venía trabajando desde el año 2009 después de haber inventariado todos los elementos que a nivel nacional existían para ponerlos en valor y vincularlos el turismo con la cultura y la historia dominicana resaltando los componentes más importantes de nuestra idiosincrasia nacional y de esta manera incorporar elementos patrimoniales y la arquitectura de las diferentes ciudades del país. El turismo religioso es una esfera prometedora y bastante fascinante de turismo, ya que permite hacer viajes a diferentes lugares, visitando los monumentos más antiguos que son importantes no sólo para la religión, sino también para el desarrollo del arte, la cultura, relacionados con cualquier acontecimiento histórico. Además, la orientación dada del descanso atrae no sólo a los creyentes, sino también a aquellos que desean conocer más de cerca la arquitectura de los templos, iglesias, construcciones religiosas diversas, para conocer su decoración interior y su ambiente específico. Al crearse este nuevo producto se abren oportunidades para destinos que antes no tenían como aprovechar este nicho de mercados tan importantes para el crecimiento de la Cadena de Valor y con ello lograr los encadenamientos que sean necesarios para la generación de riquezas.
¿Entonces cuáles son los componentes de la Ruta de la Fe?
Se destaca la primera misa, el primer bautizo, la primera iglesia, las primeras diócesis, el primer obispo, las primeras catedrales; todos estos hitos ocurrieron en nuestro país y establecieron el inicio de la evangelización del Nuevo Mundo.
Este proyecto surge bajo esta premisa y establece una ruta nacional que parte de La Isabela, en Puerto Plata (lugar de celebración de la primera misa del Nuevo Mundo el 6 de enero de 1494), continúa hacia el Santo Cerro de La Vega, luego Monte Plata (visitando el Cristo de Bayaguana), la Ciudad Colonial de Santo Domingo con sus monumentos sacros, la Basílica de Higüey, y lugares populares de sincretismo católico en provincias como San Juan de la Maguana y Hato Mayor. Es mucho lo que se ha recorrido desde el año 2009 hasta la fecha en este nicho de mercado en nuestro país y ahora más que nunca, a medida que se van reabriendo las fronteras los países al turismo en este reinicio de las actividades comerciales, ha quedado claro que los turistas buscan espacios más tranquilos donde la bioseguridad esté garantizada manteniendo un flujo de visitantes controlado, pues son las nuevas exigencias del “Nuevo Turista” que esta Pandemia nos ha develado en lo que debemos estar bien atentos y no descuidar ni el más mínimo detalle de un visitante bien informado y el cual nos llega con una idea clara de lo que quiere hacer en el destino seleccionado. Por esas razones los espacios que pueden ser aprovechados de manera sostenible para el Turismo Religioso deben de reunir estas características sin olvidar la conexión con las nuevas tecnologías y encontrar un buen balance con lo que el destino ofrece. La tranquilidad y la expectativa de realizar un viaje en la que el visitante pueda encontrar un espacio para la reflexión y la meditación es fundamental. Este segmento de viajeros sigue creciendo en el mundo y hay que seguirle poniendo mucha atención tomando en consideración las nuevas variantes en sus gustos y preferencias que las mismas han dado un giro abismal a raíz de la nueva realidad pos Pandemia que nos ha tocado vivir a medida que las restricciones para viajar y hacer turismo en el mundo son cada día menos toda vez que los países van respondiendo de manera correcta con los planes de vacunación de sus respectivos gobiernos y la confianza se va recuperando de nuevo para rehacer sus maletas y continuar la búsqueda de nuevas fronteras y nuevas experiencias.
Algunos datos de interés:
El 40% de los turistas en Europa elige su destino de viaje basándose en su oferta cultural.
Según estimaciones de WTTC (Organización Mundial de Turismo), el turismo y sus actividades asociadas generan alrededor del 9% de los ingresos del continente africano.
El turismo cultural representa casi el 40% de los ingresos del turismo mundial, siendo los sitios Patrimonio Mundial y los museos un foco de atracción para los visitantes
Nota:
Delfos es un sitio Arqueológico declarado Patrimonio de la Humanidad UNESCO 1987 y una moderna ciudad de Grecia. En épocas antiguas era el lugar del Oráculo Delfos dentro de un templo dedicado al dios Apolo. Delfos era reverenciado en todo el mundo griego como el lugar del Onfalos centro del universo.
Continuara..
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