Catalogar como atrasado un gobierno porque busque limpiar sus nóminas no es lo correcto. Los tiempos de conciencia ciudadana que vivimos hoy en día exigen que esto sea así.
Pero, ¿es la forma correcta?
El uso de cheques para pagos en el gobierno y empresas privadas quedó en el pasado porque es inviable hoy en día, la tecnología nos permite implementar mecanismos más eficientes para realizar dichos pagos.
Esta acción es un retroceso en estrategia de bancarización e inclusión financiera, la suerte para el país es que es una medida transitoria, pero surgen nuevas interrogantes en el tema en cuestión.
¿Qué es lo que se busca en verdad?
Cobrar por cheques en nada garantiza auditar trabajos en una entidad pública o privada.
O sea, que una persona por ir un día del mes a cobrar, ¿ya eso indica trabaja ahí los días requeridos del mes?
Tanto en el área pública como privada se usa aún el “ponchar” para tener registro de entra y salida de cada empleado; De hecho, hasta eso de «ponchar» ya es del pasado.
Hoy en día los modelos de gestión por competencias y gestión por desempeño ponen foco en que el empleado cumpla con sus entregables, indicadores, metas… eso es gestión moderna, no presentarse un día a buscar un cheque. Incluso, eso facilitó implementar el teletrabajo en sector público y privado en medio de COVID-19.
¿Qué se busca en realidad? Entonces, es otra integrante que surge.
Para ejecutar esa acción tiene el Estado que hacer un rediseño de procedimientos, compra de cheques al banco, compra de impresoras/ tintas, registro firmas en bancos, firma de los cheques (cuesta tiempo), habilitación de departamentos para entrega de cheques, logística de entrega, etc, etc.
Pero aún más, llevaría a muchas personas a conglomerarse en bancos, perder tiempo haciendo filas en bancos y más en momentos de pandemia, con peligrosas variantes de COVID-19 circulando en el país.
De confirmarse como cierto que los empleados tienen que firmar un formulario que anda circulando en las redes, la respuesta a las interrogantes podría ir teniendo contestas.
Una de las preguntas dice: ¿Quién te recomendó?
Colijan ustedes queridos lectores que se desprende de esa pregunta.
Definitivamente en cada acción del presente gobierno se puede ver que impera es su incapacidad para dirigir el Estado dominicano de hoy en día.
Pero una última interrogante me surge: ¿Quién se beneficia de esos gastos extras en una acción transitoria?
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