Si bien es verdad que no todo el mundo gusta de leer asiduamente, lo cierto es que la lectura tiene millones de entusiastas alrededor del mundo. Se trata de una actividad que, desde siempre, se ha ligado a la educación y la cultura personal y de los pueblos. Curiosamente, existe una tecnología poco explotada por ese segmento, bien sea por desconocimiento o resistencia. Hoy abordaremos aspectos sobre el e-Books Reader (lector de libros electrónicos).
Lo primero es aclarar una confusión de muchos. Un lector de libros electrónicos no es una tablet, aunque tenga un gran parecido en la forma. Como su nombre lo indica, un libro electrónico es aquel cuyo autor o casa publicitaria produce en formato digital. Al tratarse de algo no físico, generalmente se vende o distribuye gratuitamente en línea. Se descarga como cualquier archivo y se instala en el lector. De ese tipo de archivos los hay con las siguientes extensiones: .EPUB, .EPUB3, .MOBI, .FB2, .PCR, .AZW, .AZW 3, .TPZ, .DBT, .CBA, .CBR, .CBZ, .OPF, .PML, .LIT, .IBOOK, .DJVU, entre otros. Unos son genéricos y algunos propios de ciertas marcas de lectores.
Por ahí aparecen libros escaneados o copiados que son llevados a los formatos digitales tradicionales .TXT, .DOC, .PDF, entre otros. Eso no es libro electrónico y se puede leer en cualquier dispositivo que no sea lector electrónico (celular, tablet, PC). Existe un tipo de PDF «especializado» que si es utilizado por las casas editoriales.
Una tablet, celular o PC no es medio adecuado para alguien que lee seriamente. Los e-Books Reader y sus formatos son experiencias únicas. Las pantallas de esos dispositivos de lectura están adaptadas para evitar el cansancio visual y la forma dinámica de interactuar con los libros es imposible en los otros formatos. La nitidez, la claridad y el tacto son cosas de otra esfera. Como se dice popularmente, no se puede confundir la leche con la magnesia.
Algunas aplicaciones permiten leer de forma nativa o emulada los formatos electrónicos fuera de los e-Books Reader. Aunque es posible, la diferencia es mucha porque se pierde calidad y detalles. El que ha usado un lector electrónico puede notarlo a leguas.
Algunos usuarios afirman que el libro electrónico es la experiencia mas cercana al libro físico. Existen ventajas en el primero: marcado y desmarcado rápido, paginación, traducción, diccionarios al clic de una palabra, referencias, entre otras cosas. El lector tiene la gran ventaja del espacio, puede cargar con una biblioteca «gigante». El costo de los libros electrónicos es menor que sus contrapartes físicas.
Siendo así, ¿por qué la mayoría de lectores resisten usar esa tecnología? -hay una especie de romanticismo o culto en torno al libro físico, la posibilidad de tocarlo, «olfatear» sus páginas, plasmar huellas y marcas, introducir separadores o marcadores, colocarlo en libreros, prestarlo u obsequiarlo, hasta «pavonearse» de sabio. Es una experiencia emocional ancestral muy difícil de replicar y, de hecho, es lo que da sentido al ejercicio mismo de leer. Algunos «opinologos» creen que el libro físico tiene los días contados pero, visto ese rito cuasi orgásmico, dudamos de ello.
Existen decenas de marcas de e-Books Reader, algunas de ellas son: Kindle (de Amazon), Kobo (de Rakuten), Barnes & Noble, Likebook, PocketBook, MobiScribe, Energy eReader Pro, Onyx BOOX, entre otras. Particularmente utilizo el Kobo Aura H2O, una maravilla tecnológica.
Sitios donde comprar y descargar libros en formato electrónico o digital los hay muchos, algunos de ellos son: Casa del Libro, Amazon, Rakuten, FNAC, Humble Bundle, Libros del K.O, Editorial Planeta, Anagrama, Malpaso, Libros de Asteroide, Nubico, Scribd, 24 Symbols y Metaforic. Algunos distribuidores permiten descargas por membresía mensual. Además, es posible encontrar lugares legales para descargar de forma gratuita.
Escuelas, universidades y bibliotecas públicas alrededor del mundo poseen amplias colecciones digitales al servicio de sus estudiantes y uno que otro público externo. Entre las universidades e institutos locales con dicha oferta están PUCMM, UNIBE, UNAPEC, ASCA, INTEC, INAFOCAM, UCE, Politécnico Loyola. La UASD tiene el anuncio pero, el entrar, se observa poco o ningun material.
Cualquier persona que escribe, novata o experimentada, puede digitalizar sus obras a través de casas editoriales especializadas en la materia. Estas pueden o no poner el material a la venta en sus websites. Amazon se utiliza bastante para esos fines.
La experiencia mas gratificante suele ser utilizar ambas formas, la lectura tradicional y la digital. Cada cosa tiene su espacio y momento.
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