Por: Asdrovel Tejeda
En los álgidos años de los sesentas existía una revista llamada Cachafú cuyo lema central decía: “Ni de izquierda ni de derecha, mancó”. (Los términos de izquierda y derecha tienen su origen en la Revolución Francesa cuando convocada la asamblea constituyente, los Jacobinos se situaron a la izquierda y los Girondinos a la derecha del presidente de la asamblea).
De igual forma la Diosa Themis; en la cosmología Griega la esposa de Zeus, la encarnación del orden, de las leyes y las costumbres, es representada con una venda, una balanza y una espada, esto así, para al emitir justicia no sólo no tener influencias, hacerlo pese a quien sea.
He visto con mucha atención a políticos Ocoeños en ejercicios públicos levantar con gran Júbilo la decisión de una moratoria en el asunto de las tierras de las Espinas en la Horma, he visto marchas, apoyo, declaraciones y declaratorias, programas y programeros rasgarse la camisa y otros populares personajes Ocoeños lanzar anatemas y hay quienes argumentaron: “si lo hacen correrán ríos de sangre” Todos a una, es más, vi políticos en receso que cuando ejercían desde una curul “no sacaron una gata a miar” bañarse en cenizas y proclamar el armagedòn esperado. A veces entiendo la poca credibilidad depositada en la política como ciencia de de lo posible y de desarrollo social.
Entiendo, también, que es más fácil sumarse a posiciones agradables que realistas, es más fácil ser populista que jugársela cuando haya que hacerlo, pésele a quien le pese. Ahora comprendo convencido, los ruidos sin control, los motores y motoristas sin respetar señales ni leyes, la proliferación de puntos de drogas, colmadones sin orden ni concierto, carros públicos deteriorados, invasores de terrenos como profesión económica, robó de cables y bombillos y un largooooo etc sostenido: es que son pobres padres de familia que votarán en las elecciones y que tienen secuestrada la democracia dominicana por la que en un día de elección cualquiera votarán por los más populista, aunque no sean los más adecuados ni mejores.
Podrán marchar cientos, miles, con cifras redondas, cincuenta mil, cien mil, doscientos mil, pero siempre, siempre, serán menos que la nación. Los problemas se resuelven, resolviéndolos, no aplazándolos.
Desde cuando está el desalojo en el tapete, desde cuando se habla de la gravedad del problema, se explicó con pelos y señales, se buscó alternativas viables. No, nada de eso, es más fácil unirse al coro de las plañideras, es más bonito y rentable; mientras tanto, el problema sigue (como diría un deportista de grata recordación) “la bola pica y se extiende”. Debe llegar y llegará, el momento de tomar el toro por los cuernos.
Podemos vivir sin papas, sin ajíes ni cebollas, sin molondrones, plátanos, ni gandul; lo que NO podemos es vivir sin agua la que es la vida misma. El pais y gran parte del mundo se quedan sin este recurso, sobre todo, por la injerencia malsana del hombre en las cuencas acuíferas. Es tan sensible el problema que se espera que las grandes guerras del futuro no serán por petróleo, ni diamantes, ni oro, será por el agua y nuestro país se está quedando sin este recurso, no en vano, han desaparecido tantos ríos. A la vez qué hay que solucionar de forma PERMANENTE la situación de los perjudicados, hay que solucionar el problema del agua, digo, si queremos dejarles un país a nuestros hijos, porque al paso que van las cosas, sólo se dejarán graves problemas a todos, al punto de decir: “el último que se vaya, que bote la llave.” Ahora, ya pueden crucificarme. – importa a mi.!
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