Por: Ircania Baez
Nuestro país, República Dominicana, tiene varios símbolos emblemáticos, es decir, signos que la identifican.
El árbol nacional, La Caoba, declarado por el expresidente Leonel Fernández, mediante la ley 146’11. Es una planta endémica y nativa de aquí. Su madera es preciosa, muy apreciada por su belleza y resistencia.
Esa misma ley 146’11 de fecha 14 de julio del año 2011, declara como flor nacional la Rosa de Bayahibe y deroga el anterior decreto 29,44, del 16 de julio de 1957 que nombraba la flor de caoba como flor nacional, por el entonces presidente Héctor Trujillo.
La Rosa de Bayahibe es una especie de la cual existen 17 en el mundo, 05 de ellas forman parte del hábitat del país, pero este ejemplar solo florece en un pequeño bosque cercano a la playa Bayahibe, en La Romana y no se ha visto en ninguna otra parte de la tierra.
La “Cigua Palmera” es el Ave Nacional. Es endémica del país y no se vincula familiarmente a otras especies, es decir, es única. Mide unos 20 centímetros, su lomo es de color olivo pardo, verde en las alas, la parte inferior es café o amarillo pálido estriado con marrón y la cabeza es de tono oscuro.
Le gusta vivir en terrenos planos, principalmente en la palma real.
Otro símbolo es el Larimar, piedra nacional, declarada así en el año 2011. Es una gema semipreciosa, de color azul, algunas veces con destellos blancos y su rareza radica en que se encuentra en un solo lugar en todo el mundo: Barahona.
Por último, pero no menos importante, está el símbolo humano, Don Pedro Mir Valentín, declarado por el Congreso como Poeta Nacional por su gran producción poética sobre todo en honor a su poema “Hay un país en el mundo”, fiel retrato de la realidad dominicana, tanto en lo social como geográfico, durante la época trujillista.
Estos símbolos deben ser conocidos por todos los dominicanos. Confirman la identidad, el orgullo nacionalista y el sentido de pertenencia. De ninguna manera deben confundirse en importancia a los símbolos patrios: Bandera, Himno y Escudo. De estos, hablaremos más adelante.
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