La diabetes es una enfermedad crónica que aparece cuando el páncreas no produce insulina suficiente o cuando el organismo no utiliza eficazmente la insulina que produce. El efecto de la diabetes no controlada es la hiperglucemia (aumento del azúcar en la sangre).
Se estima que la diabetes afecta a 425 millones de personas en todo el mundo y estas estadísticas van en ascenso de manera progresiva y con el agravante de que un elevado % de los enfermos no lo saben.
Las condiciones de diabetes crónica incluyen diabetes tipo 1 y diabetes tipo 2. Las condiciones de diabetes potencialmente reversibles incluyen prediabetes y diabetes gestacional. La prediabetes ocurre cuando sus niveles de azúcar en sangre son más altos de lo normal, pero no lo suficientemente altos como para ser clasificados como diabetes. Y la prediabetes es a menudo el precursor de la diabetes a menos que se tomen las medidas adecuadas para prevenir la progresión.
La diabetes gestacional ocurre durante el embarazo, pero puede resolverse después del nacimiento del bebé
La diabetes es la principal causa de enfermedad renal crónica y enfermedad renal en etapa terminal a nivel mundial.
La enfermedad renal diabética es una enfermedad compleja y con numerosas vías etiológicas combinadas que incluyen cambios en la hemodinámica glomerular, estrés oxidativo e inflamación, fibrosis intersticial y atrofia tubular (estos son cambios que ocurren en el riñón enfermo del diabético).
Las terapias de sustitución renal se refieren a las técnicas realizadas para el reemplazo de la función de los riñones cuando hay insuficiencia renal, estas son: Trasplante renal, Hemodiálisis y Diálisis peritoneal. La Diabetes Mellitus seguido de la Hipertensión arterial son las causas principales de entrada cualquiera de estas terapias en todo el mundo.
De manera característica, el hecho sin duda determinante en la fisiopatología de las complicaciones asociadas a la diabetes mellitus lo constituye la presencia de una situación de hiperglucemia crónica, siendo evidente que un mal control glucémico constituye un predictor independiente del desarrollo y progresión de la enfermedad renal asociada a la diabetes, así como de otras complicaciones de la enfermedad.
La enfermedad renal crónica es silenciosa, no da síntomas hasta estadios finales cuando ya las opciones terapéuticas están muy limitadas, es por esto que se hace necesario la revisión periódica de la función renal de todo paciente diabético con el fin de detectar e iniciar a tiempo intervenciones para preservar la salud renal.
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