Santo Domingo, RD.- Durante el Sermón de las Siete Palabras celebrado desde la Catedral Primada de América varios sacerdotes expresaron la posición de la Iglesia Católica sobre el aborto, consumismo, redes y corrupción.
Durante varios años la Iglesia Católica ha aprovechado el Sermón de las Siete Palabras para lanzar duras críticas contra el Gobierno y algunos males sociales.
Las críticas contra la corrupción, impunidad, la seguridad ciudadana y el sistema judicial han sido reiteradas por la Episcopado Dominicano año tras año.
La Iglesia Católica entiende que Jesús sigue siendo vendido, humillado, golpeado y crucificado en los millones de no nacidos que han sido muertos “cruelmente” en el vientre de su madre.
Primera palabra: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen” (Lucas 23,34)- El Aborto
En esta primera palabra Monseñor. José Amable Durán Tineo expresó e su reflexión que hoy Jesús sigue siendo vendido y traicionado en los millones de no nacido, por ser vilmente asesinados en el vientre de sus madres, incapaz de lanzar un grito de dolor en contra de su verdugo.
En tantos crímenes que quedan inmunes y los presos que viven en condiciones inhumanas. Así como en los depredadores del erario público.
El sacerdote precisó que en el país existen miles de niños y adolescentes víctimas de abandono.
¡Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen! por las mujeres humilladas y los presos que viven en condiciones inhumanas, refiriéndose al hacinamiento de las diferentes cárceles del país.
«¡Padre, perdónalos, porque no hemos entendido que solo el bien y la verdad nos realizamos como personas y el sumo bien y la verdad eres tú»
«Perdónanos por no entender que es ancho el camino que lleva al abismo».
En una ceremonia realizada en la Catedral Primada de América, monseñor criticó la ambición de las personas que asumen como suyas las pertenencias del Estado y los calificó como depredadores del erario público y evasores de impuestos para tener grandes fortunas.
«Todas las faltas deben de ser reparadas y resarcidas, no como una forma de venganza sino como forma de justicia que lleva a la paz», sostuvo.
«Padres perdónanos, porque en todos estos hijos tuyos esta tu presencia viva y real», concluyó.
Segunda palabra: “Hoy mismo estarás conmigo en el paraíso” (Lucas 23,43) – El consumismo
El obispo auxiliar de Santo Domingo, Faustino Burgos Brisman, criticó el consumismo y realizó un llamado a la conciencia en distintos niveles.
Además dijo que a muchos trabajadores vulnerables y a sus familias se le niegan accesos a servicios de salud y sociales.
Añadió que hay que proporcionar a las familias a oportunidades esenciales para su desarrollo.
“Hoy día continua siendo una aspiración del hombre y la mujer de hoy llegar al paraíso, desafortunadamente muchos lo buscan por senderos equivocados. Por un lado hay quienes suelen creer que ese amado paraíso se encuentra en los bienes terrenales, en las alegrías o gozadoras pasajeras que se consiguen a través de estimulantes. Por otro lado esta quienes ofertan maliciosamente un paraíso al ser humano basado en falsedades y mentira, en fantasías y falsas ideologías”
Destacó que el consumismo, el afán de querer y poseer cierran la visión hacia a la ascendencia de valores y transparencia.
“Para nosotros hoy la escucha y aceptación dada por Jesús al ladrón arrepentido constituye y es un compromiso serio sincero y honesto de no quedarnos cruzados, sino a trabar con ahínco para que otros que deseen ir al paraíso puedan alcanzarlo y puedan escuchar de labios de maestro lo que escuchó aquel ladrón de Jesús, mientras estaba siendo crucificado, hoy estarás conmigo en el paraíso”.
El obispo invitó a los ciudadanos a unirse y salir juntos a favor unos de otros.
» Salgamos de nuestro encerramiento, superemos nuestra entonces con entusiasmos a encontrarnos con los otros hermanos, vayamos con humildad a aprender de ellos y recibir el don que dios nos da en ellos, animémonos a a escuchar mas de nuestros hermanos, a caminar con ellos, a discernir juntos, a compartir fraternidad y servicio, démosle un abrazo al hermano que Dios pone en nuestro camino».
Tercera palabra “Mujer, he ahí tu hijo. He ahí tu madre” (Juan 19,26-27) – El amor de padres a los hijos
En la tercera palabra el arzobispo de Santo Domingo, Monseñor Francisco Osoria de la Cruz habló del amor que deben tener los padres con los hijos. Teniendo como ejemplo a María y la virgen de la Altagracia.
«Todos nosotros, los discípulos de Jesús, tenemos que reconocer esa maternidad de María y sentirnos amados y cuidados por ella como sus hijos», expresó durante su intervención.
Ozoria Acosta llamó a una contemplación de estas palabras en doble vía, una primera vía de una acción de la madre al hijo y una segunda del hijo a la madre.
El monseñor resaltó que el mejor regalo de Jesús para la humanidad, lo hizo en la cruz al “entregarnos a su madre”.
Asimismo, reiteró a los feligreses que «Acoger a María como madre nos conducirá a ser como ella, a imitarla en su sensibilidad ante los problemas y las necesidades de los demás».
Cuarta Palabra “Dios mío, Dios mío, por qué me has abandonado” (Mateo 27,46; Marcos 15,34)
El cuarto mensaje del sermón de las Siete Palabras de la Iglesia Católica condena el abandono por las autoridades de los niños dominicanos y haitianos en las calles del país.
A través de la frase “Dios mío, Dios mío ¿Por qué me has abandonado”, monseñor Cecilio Raúl Berzosa Martínez, habló sobre el grito del dolor encarnado en tantas personas abandonadas.
“Con humildad y respeto confieso que he palpado muchas soledades y abandono en los hermanos dominicanos de hoy. Niños haitianos y dominicanos en barrios como Café de Herrera, niños de las calles y infantes con condiciones especiales no suficientemente atendidos ni siquiera por sus padres», explicó
El sacerdote criticó el hacinamiento de los presos en los principales centros penitenciarios del país.
Además de los miles de enfermos que no tienen acceso al sistema de salud dominicano y las personas que perdieron la vida por el virus del covid-19 en total soledad.
El párroco alzo la voz por los vendedores informales que ocupan las calles para comercializar sus productos y mantener a sus familiares.
Dios mío, Dios mío ¿Por qué me has abandonado, por los migrantes sin papeles, adolescentes embarazadas, los adictos al casino y a las sustancias controladas.
Se refirió, además, a la postitución de las mujeres que se ofrecen como mercancías sexuales en cabañas del Malecón de Santo Domingo y en las esquinas de los barrios.
Así como también a las mujeres maltratadas por sus parejas.
Justicia
Berzosa Martínez criticó las sentencias injustas de la justicia dominicana.
«Los castigados por leyes y sentencias injustas, los que sufren por el peso y la consecuencia de la corrupción, los acosados por la red en sus más crueles y cobardes formas», expresó.
Quinta palabra “¡Tengo sed!” (Juan 19,28)
Durante el quinto sermón Monseñor Ramón Benito Ángeles Fernández dijo que muchas personas “buscan en la música estruendosa, el baile descontrolado y en el vacilón, la felicidad que no encuentran en su vida diaria”.
“Tengo Sed”, dijo que muchas personas están buscando medicina que cure el alma en los lugares equivocados en busca de algo que les cure el alma.
“Hay personas que buscan en la iglesia un escape para sus problemas, estas quieren una adoración que les ayude a desconectarse del mundo no una que los ayude a confrontar las situaciones difíciles en el momento y en el nombre del Señor”, señaló.
Asimismo, dijo que «nuestro país vive momentos amargos que muchas personas desean escapar de la realidad, por eso tantas personas abusan del alcohol, de las drogas ilegales y de los medicamentos recetados».
Además que las personas no son felices mientras alguien no los ame en profundidad.
“Preferimos amar más del dinero, el poder y el placer, la fama, la comodidad, vivir de las apariencias, del apego feroz de lo material a veces teniendo como su Dios el tener y creen que con eso saciaremos nuestra sed profunda, sin embargo se hace mayor”, también dijo.
Sexta Palabra “Todo está cumplido” (Juan 19,30)
En el sermón número seis, el Monseñor Jorge Rodríguez aconsejó aprender a ser humildes, dóciles y pacientes y no envidiar a aquellos que parecen felices y tener todo de manera fácil.
“Cuán bueno y fructuoso es ser humilde, dócil, paciente, cargar con la cruz de esta vida y de ninguna manera envidiar a aquellos que parecen estar alegres en este mundo, dijo.
Dijo que muchas aspiran en una vida feliz, prospera y exitosa, pero sin el mínimo esfuerzo. «No les gusta superarse, les basta con hacerse famoso en las redes sociales o cualquier otro medio fácil o rápido, o peor aún conseguir riqueza a través de las drogas o ilícitos», indicó.
«Muchos no perduran en un empleo porque no pueden obedecer a otros. En resumen no quieren sufrir, quieren conseguir el éxito sin esforzarse», expresó.
De igual manera llamó a tener como ejemplo a Jesús, no solo en su vida espiritual, sino tambén en su vida mortal.
“Ponemos a Cristo como ejemplo en su vida espiritual, pero en su vida mortal también es ejemplo de vida y sacrifico».
«Con su pasión y muerte Jesús realizó el mayor de los sacrificios, su muerte para la expiación de los pecados de todos los hijos de Dios. En comparación con este sacrificio los demás que hacían los judíos quedan como mera historia», subrayó.
Dijo que todos los cristianos debemos aprender a hacer sacrifico espirituales, para ofrecer a Dios sacrifico espirituales.
«En este sacrifio espiritual espiritual, lo sacrificado debe ser santo, como los animales que se sacrificaban en el antiguo testamento».
Llamó a imitar la simplicidad y la mansedumbre del cordero, que no busca venganza, y el arduo trabajo del buey que carga con mucho y aún así obedece a su amo.
«Aquellos que no siguen el ejemplo del cordero, no pueden ofrecer a Dios un sacrifico santo», expresó.
Séptima Palabra “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu” (Lucas 23,46)
El reverendo padre Domingo Legua Rudilla dijo que lo que Jesús entregó su alma a donde pertenece, al cielo. Con esta palabra, Jesús aseguraba que Dios se haría cargo de resucitarlo al tercer día, tal y como se había establecido desde el principio.
“Jesús siempre fiel a la libertad de su padre. Había gastado toda su vida haciendo la voluntad de su padre, ahora en la cruz, cuando sale al encuentro de la muerte y libremente entrega su vida sus últimas palabras son: Padre a tus manos encomiendo tu espíritu. Y dicho esto espiró”.
Ciertamente este hombre era hija de Dios. Y toda la gente que acudió a ver el espectáculo, se devolvieron golpeándose el pecho.
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