Por Nóbel Mejía.- San José de Ocoa
Gran alboroto ha causado el supuesto anuncio de que el senador Pedro Alegría sometería el proyecto de ley que busca cambiar el nombre al municipio San José de Ocoa por Padre Luis Quinn, afirmación que, a opinión del legislador, se debió a una interpretación incorrecta de algo que dijo recientemente en la Parroquia San José.
Sin lugar a dudas, Alegría contrarrestó de manera responsable y bajo una postura que debe ser respetada en un Estado democrático de derecho. Dejó saber que no es su intención «someter» un proyecto de tal naturaleza, simplemente es un sentimiento muy personal y compartido por gente que se ha acercado a él.
Debemos recordar que en 2010, mediante consulta en vista pública, la comunidad ocoeña rechazó el cambio de nombre. A inicios de su actual gestión, el senador Alegría manifestó el interés de retomar el proyecto pero, debido a la oposición manifestada en diversos medios, desistió de ello.
Creo que Pedro está en todo su derecho de pensar como lo hace y, si ha desistido de someter, es sólo por respeto a los opositores que, probablemente, representan la mayoría. La postura de nuestro representante en la Cámara Alta del Congreso es juiciosa, coherente y responsable. Tiene derecho a defenderla en cualquier escenario como nosotros a rechazarla en iguales terrenos.
De fondo, aunque no compartimos el cambio de nombre a nuestro municipio, la intención del senador proviene de un sentimiento sincero de respeto y admiración por la vida y obra del padre Quinn.
Digo que es responsable y coherente porque su posición es la misma de siempre y no teme exponerla, al mismo tiempo que ha respetado y cedido ante la opinión opositora. Sobre eso último, algunos le llaman «poner el corazón en el pueblo». Quizás en lo único que no estamos de acuerdo con su respuesta es que dijo «hay un segmento de la población opinando de manera negativa, debido a que no conocen el accionar y legado del sacerdote». Eso es subjetivo o muy supuesto.
Por razones históricas y religiosas implicadas en el nombre San José de Ocoa, el autor de estas líneas se opone radicalmente al cambio de nombre pero, al mismo tiempo, respeta la opinión y postura «personal» del senador Alegría. Es su derecho a expresarse y eso lo defendemos hasta con la vida.
Vamos a dormir tranquilos y olvidemos los fantasmas presentes en el plato de la sopa, en ningún momento el legislador habló de SOMETER, no porque no esté facultado para ello. Ahora bien, desearlo e invocarlo, es su derecho como ocoeño. Quinn es de todos, incluyendo aquellos que están a favor del cambio, aunque sea la minoría.
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