Por Alfredo Arias
Todo parece indicar que la confrontación interna en el Partido de la Liberación Dominicana ( PLD ), la cual ya ha alcanzado niveles insospechados, podría impedír que esa organización política retenga el poder más allá del 2020.
EI histórico prolongado de las contradicciones, cada vez más desgarradoras, entre el Leonelismo y Danilismo se manifiestan visiblemente irreconciliables.
Las mismas diferencias y enfrentamientos desenfrenados, están matizados por el evidente irrespeto e indisciplina institucional en dicho partido, por las ambiciones desmedidas de poder. Uno ( Leonel Fernández ) por retornar al solio presidencial, y el otro ( Danilo Medina ) por mantener su activa gravitación en las instancias palaciegas, a través de su verdadero delfín Político Gonzalo Castillo.
Cualquier neófito en materia Política Partidista, puede advertir que de continuar, como parece continuará y cada vez más encarnizada, la » guerra» electoral intestina dentro del PLD, habrá llegado el momentum político para que esa organización fundada por el profesor Juan Bosch, abandone el Palacio Nacional en su condición de inquilino, más pronto que en todas las coyunturas electorales anteriores en que han sido derrotados.
Y quién en su sano juicio político, se imaginaria lo que está ocurriendo hoy día en el partido de la bandera morada y la estrella amarilla. Nadie, absolutamente nadie. Un organización que otrora era tan estricta, disciplinada y vigilante en el cumplimiento de sus métodos y normas internas, que incluso se le atribuyó el mote de secta.
Hay tantas situaciones recurrentes a lo interior del PLD, que confirman la existencia prácticamente de dos partidos en uno, el oficialista encabezado por el Presente de la República, Lic. Danilo Medina y el opositor patrocinado por el Dr. Leonel Fernández, su máximo dirigente.
Sólo recordemos aquel energético discurso, pronunciado por Leonel Fernández el 25 de mayo del 2015, cuando sentenció refiriéndose a las pretensiones reeleccionistas de Danilo Medina, que de lograrse la misma » tendríamos el Trujillo del siglo XXI, que vendría a cercenar nuestras libertades, a mutilar nuestra dignidad y a truncar nuestro porvenir como pueblo».
Más reciente aún, lo que hicieron los Diputados Danilistas por instrucciones del presidente de la República, quienes, no obstante existir partidariamente un acuerdo para llevar a la Presidencia de la Cámara de Diputados al Leonelista Demóstenes Martínez, eligieron nuevamente al Diputado Danilista Radhamés Camacho.
De ahí que, dependerá de los partidos, movimientos y agrupaciones políticas de oposición, saber aprovechar electoralmente está difícil situación interna del PLD, por demás, un Partido – Estado con enormes deudas sociales, éticas, morales y judiciales con el pueblo dominicano.
El autor es abogado, alfredoariaslara@gmail.com
Comentarios...