Por Nóbel Mejía.-San José de Ocoa
El pasado vienes 13 en horas de la noche en el Salón Tony Isa del municipio San José de Ocoa, el destacado psiquiatra y escritor José Miguel Gómez Montero disertó la conferencia «Impacto de la delincuencia y la Violencia; claves para evitarla», una revisión a las causas o factores detonantes de la delincuencia en la provincia San José de Ocoa y el país; cultura de agresividad; consecuencias sociales y de otra índole, así como recomendaciones acerca de que hacer.
Gómez Montero señaló que existen factores protectores de exposición a riesgos de caer en delincuencia, tales como: familia sana, empleo, espiritualidad, tener pareja, amistades saludables, practicar deportes, entre otros. Indicó que las personas sin proyectos de vida, emocionalmente inestables, sin escolaridad, sin preparación técnica o académica, tienen mayor riesgo. “La violencia es el resultado de factores económicos, sociales, de exclusión o marginalidad y culturales”, según manifestó el galeno de la salud mental.
Al abordar sobre la provincia San José de Ocoa, el doctor expresó que el desempleo y la desesperanza son problemáticas que acusan a esta y otras localidades sureñas. La falta de empleo y niveles de vida aceptables son agentes estresores que disparan lo que se conoce como “desesperanza aprendida”; la gente pierde la fe en si misma y en el estado de cosas. El “mobilismo social” es un factor local que ha hecho de nuestra sociedad “impredecible”. Ocoa ha avanzado pero no necesariamente en indicadores positivos, más bien en “desarrollismo sin planificación”.
La cultura machista “aprendida” fomenta la alta tasa de violencia y femenicidios. “El hombre dominicano es muy violento con su pareja e hijas”. La violencia no es sólo física, es verbal, psicológica, emocional y en otros sentidos, apuntaló el psiquiatra. El alcohol, las drogas y el sentido incorrecto de pertenencia familiar son detonantes de violencia.
Entre las causas, desde el punto de vista del sistema macro que influyen en lo micro: pobreza extrema y exclusión social, desempleo, desintegración familiar, falta de escolaridad y deserción, prostitución, corrupción, no aplicación de un sistema de consecuencias, entre otras. Cuando ocurre mucho de esto sobreviene lo que Harry S. Sullivan denomina “desmoralización sin esperanza”.
República Dominicana figura como uno de los países más felices del mundo porque su gente ha aprendido formas de vida cherchosa, de creatividad y buscarle la vuelta a los problemas, aseguró el doctor. Los dominicanos estamos desarrollando lo que se denomina “paranoia social” y una conducta de resolución individualista o no gregaria.
Como claves de prevención sistémica e individual a grandes rasgos, Gómez Montero citó: proyectos de desarrollo sostenible o no mediáticos, escolaridad con tanda extendida “de calidad”, acceso a la salud integral, políticas sociales dirigidas a los jóvenes, prevención social en drogas y embarazo, inversión en las familias vulnerables, responsabilidad y compromiso social, entre otras.
La actividad concitó un público compuesto básicamente por representantes de organizaciones, clubes e instituciones ligadas al sector salud y otras. Organizada por la Fundación Ocoa de Pie como parte de la celebración de su décimo aniversario.
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