Por: Harris Castillo.
Pronosticar el ganador en las elecciones municipales de este domingo 15 de marzo, resultaría fácil si aplicamos la lógica matemática. También resultaría fácil si contáramos con una confiable bola de cristal. Y más fácil fuese aun, si contáramos con un electorado en libertad para ejercer su sagrado y secreto derecho a elegir, entendiendo por libertad la ausencia de carencias formativas y materiales que condicionan hasta lo que sale de sus bocas o plasman por escrito.
Wilfredo Tejeda, que no es opción para ganar la alcaldía, puede ser factor determinante. Gori Segura no es candidato directo, pero sus votos sostienen la candidatura del actual alcalde. Sin los votos goristas, más la división del Partido de la Liberación Dominicana, Ortiz Sajiun no tuviera oportunidad.
Si aplicásemos la lógica de la representación, en la que los “líderes” definen el proceso, Ortiz Sajiun debería ganar mucho a poquito. Donde convergen Pedro Alegría, Carlos Castillo, únicos senadores que ha tenido la provincia; Félix Estrella, Abrahán Martínez, Roberto Mejía, tres de los cinco (¿?) gobernadores que ha tenido la provincia, (Leovigildo Bello falleció). Alexis Mateo, Gangui Macea (o), Manuel Julio Pimentel, los últimos tres síndicos que ha tenido el municipio; el partido de gobierno, el apoyo del presidente y el poder, debiera ser un plebiscito.
Si aplicásemos la lógica del menor error, Fernando Castillo debiera ganar cómodamente. Castillo no ha cometido errores capitales, que pueden definir un proceso, mientras Ortiz Sajiun ha dejado en el camino importantes apoyos al minimizar la relevancia de sus antecesores, vendiendo como “la mejor”, una gestión que administra menos de la mitad del territorio de sus antecesores, que además ha sido incapaz de informar adecuadamente sobre la aplicación del 40% de la ley de presupuesto, según la cual su gestión han debido invertir sobre los 200 millones de pesos en obras.
Aneudy Ortiz, ha perdido otros apoyos importantes, primero de una clase conservadora, al interpretarse como menosprecio el lenguaje utilizado para referirse a algunos educadores; y segundo, de la clase de pensamiento liberal y progresista, en virtud de que los acontecimientos del 16F hicieron recordar las dictaduras que ha vivido nuestro pueblo, ya que, cierto o falso, víctimas de esos hechos, como Andrés Duverge y Andrés Pire, lo han responsabilizado de dichos acontecimientos.
Si aplicásemos la lógica de la exposición, Ortiz Sajiun debe ganar cómodamente. Su calendario permanente de actividades de masas y la agresiva interacción de sus ciberfans en las redes sociales, superan por mucho la exposición de Fernando Castillo. La exposición es un arma de doble filo ya que puede interpretarse como actividades normales del proceso, o como necesidad de cubrir un déficit en las mediciones. En lenguaje coloquial se dice que el que está ganao no forza, ni tiene que gastar mucho.
Si tomamos como referencia los resultados del pasado proceso 2016, donde Ortiz superó a Castillo por mil trescientos votos, diríamos que Fernando Castillo debía ganar cómodamente gracias a la división del PLD, sin embargo, Castillo contaba con los votos de un partido reformista compacto tras la figura de Gori, votos que hoy apoyan, en parte, a Ortiz Sajiun.
Para ganar, Aneudy cuenta con un PRD fortalecido, que aportará cerca de cuatro mil votos, además con un voto duro del Gorismo, que puede rondar los dos mil votos. El resto de los votos de su posible victoria vendrán del PLD y la maquinaria del poder. Los candidatos a regidores podrán atraer votos de las filas del PRD, PLD o PRSC.
Tomando como referencia el pasado proceso interno del PLD, donde los leonelistas superaron a los danilistas, en el supuesto de dividir en partes iguales por aquello de que el poder es el poder, Ortiz Sajiun podría recibir el apoyo de cerca de cuatro mil danilistas, lo que nos llevaría a una aproximación de 10 mil votos.
Para ganar, Fernando cuenta con un PRM vigorizado, que le aportará cerca de siete mil votos. La maquinaria de Kelvin González, le deberá aportar entre 700 a mil votos, cuenta además con la participación de una masa que generalmente no activa en política, lo que podría llevarnos a una aproximación de nueve mil votos.
Visto que se repartirán poco más de 26 mil votos en el proceso del domingo, si los acontecimientos violentos del pasado 16 no aumentan la tasa de abstención del 24%, ni Fernando, ni Aneudy, ganan con sus propias fuerzas. Los Leonelistas y reformistas deciden el proceso.
Si los reformistas logran reducir, de manera significativa, el caudal de votos de Gori, apoyando sus candidatos a regidores en La Fuerza del Pueblo, pierde Aneudy.
Si los leonelistas votan por Wilfredo Tejeda, gana Aneudy Ortiz. Si los leonelistas votan por Fernando, como voto de castigo a Danilo, gana Fernando Castillo.
Al cierre: el papel de los Boschistas que quedan en el PLD, será de vital importancia.
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