Celebramos la lectura con Cervantes, Garcilaso y Shakespeare como guías eternas
Los eternos guardianes de la palabra.
Cada 23 de abril, la humanidad celebra el poder transformador de la lectura y rinde tributo al libro como fuente de sabiduría, libertad y diálogo. En las aulas, en los parques y en cada rincón donde vive la palabra, este día invita a docentes, estudiantes y familias a reencontrarse con la magia de los libros.
Esta fecha, proclamada por la UNESCO en 1995, no es casual. El 23 de abril de 1616, la historia literaria se tiñó de luto con la muerte de tres grandes autores: Miguel de Cervantes Saavedra, William Shakespeare y Garcilaso de la Vega. A la vez, el legado de estos genios sigue latiendo en cada lector que se atreve a soñar.
Miguel de Cervantes Saavedra, el autor de Don Quijote de la Mancha, nos enseñó que la locura de los ideales puede ser el mejor camino hacia la libertad interior.
“El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho.”
William Shakespeare, desde Inglaterra, se convirtió al teatro en poesía viva. Romeo y Julieta, Hamlet, Macbeth… obras que siguen latiendo con fuerza y verdad.
“Estamos hechos de la misma materia que los sueños.”
Garcilaso de la Vega, con su lírica del alma y la naturaleza, nos dejó versos que florecen en cada generación. Églogas y sonetos que aún conmueven.
“Escrito está en mi alma vuestro gesto…”
Un llamado a toda la comunidad: leer, amar, contemplar y compartir
Este día es más que un homenaje: es una convocatoria a leer con el corazón.
A amar el libro como se ama una canción o un paisaje. A contemplar las historias eternas del alma humana, desde los clásicos universales hasta los primeros relatos bíblicos y las leyendas que marcaron a nuestros pueblos.
No dejemos la lectura solo en las escuelas. Fomentemos clubes de lectura en cada sector, cada callejón, cada iglesia, cada colmado. Demos tiempo de nuestra vida a conversar sobre libros, a emocionarnos con los personajes, a discutir ideas, a compartir silencios que iluminan.
Necesitamos un timonel que esparza letras en cada nube, hacen falta lectores que sueñen, poetas que se atrevan, líderes que abran caminos con libros bajo el brazo. Hacen falta espacios donde leer sea tan natural como respirar.
Que nuestras voces se llenen de autores, que nuestras casas se llenen de cuentos, que nuestros niños y jóvenes encuentren en la lectura una forma de ser y estar en el mundo.
“Donde hay un libro abierto, hay una mente despierta”.
“La lectura no cambia el mundo, pero transforma al lector que puede cambiarlo.”
Hoy más que nunca, sembrar lectores es sembrar esperanza. Que este 23 de abril sea el inicio de un movimiento que llevará la lectura a cada rincón de nuestra provincia, de nuestra alma, de nuestro futuro.
En nuestras escuelas, clubes de lectura, liceos y bibliotecas, fomentar la lectura es una tarea de amor. El libro no solo forma, sino que transforma. En cada niño que descubre la poesía, en cada joven que lee un clásico, se enciende una chispa que puede iluminar su vida entera.
“Un niño que lee será un adulto que piensa.”
“La lectura es la llave que abre las puertas del conocimiento y la imaginación.”
Hoy invito a la comunidad educativa, a los docentes a leer en voz alta, a los estudiantes a escribir sobre sus libros favoritos, y a las familias a compartir lecturas en casa. Que la palabra siga siendo semilla de futuro.
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