San José de Ocoa.– La contaminación por pesticidas, plásticos, materia fecal y otros desechos está poniendo en riesgo la existencia del río Banilejo, uno de los más importantes de la provincia de San José de Ocoa y de la región Sur del país.
“Ya aquí en este río no existe fauna acuática. No hay peces, jaibas, tilapias ni otras especies con las cuales los campesinos acompañaban sus víveres”, denunció un residente de la zona, quien pidió mantenerse en el anonimato.
Aseguró que, además de la deforestación, la contaminación con botellas plásticas y aguas residuales vertidas por algunas familias asentadas cerca del afluente están deteriorando de forma acelerada este cuerpo de agua.
Otros munícipes del municipio Rancho Arriba exigieron al Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales mayor vigilancia y regulación en las riberas del río, así como acciones urgentes para frenar su deterioro.
El río Banilejo, también conocido como “río Banilejos”, nace en la Cordillera Central y atraviesa importantes zonas de la provincia de San José de Ocoa. Es afluente del río Nizao, en la provincia de San Cristóbal, y recibe aguas de los arroyos Limón, Piedra, La Palmita, Arroyo Hondo, Pinar y La Demajagua. El área bajo riego en su cuenca abarca aproximadamente 36.91 km², concentrada en su parte baja, según datos del Ministerio de Medio Ambiente.
Durante un reciente recorrido por comunidades cercanas, se pudo observar a personas lanzando desechos sólidos directamente al afluente, evidenciando el deterioro ambiental que enfrenta esta importante fuente hídrica.
La Fundación Mundo Verde, presidida por Ignacio Joga Isa, denunció públicamente lo que está ocurriendo en las montañas de Rancho Arriba y zonas aledañas, calificando la situación como un “crimen silencioso” que amenaza la vida de todos.
“Las cuencas hídricas están siendo saqueadas. Las tierras fértiles están siendo vendidas al mejor postor. Los bosques talados sin control”, advirtió Joga Isa, también presidente de Óptica Almánzar.
Agregó que lo que se destruye hoy en la Cordillera Central no es solo flora o madera, sino el agua del mañana y la vida misma: “Cada árbol que cae, cada río que se seca, es un golpe directo a la seguridad alimentaria del país”, concluyó.
Fuente: Listin Diario
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