Por Nóbel Mejía
Con la decisión de la Junta Central Electoral (JCE) de eliminar la figura del arrastre de los senadores por parte de los diputados gana «parcialmente» el país y la democracia, aunque sea necesario incrementar esfuerzos para el montaje de las elecciones. Nefasta noticia y conflicto mediático con tintas constitucionales y de ley que el asunto se mantendrá en seis territorios con sobrado poder de decisión.
Los candidatos a diputación siempre han tenido que buscar sus votos pero los aspirantes a senaduría se han beneficiado bastante recostándose de ese palo. Desde luego, se trata de un beneficio en cierto modo obligado o legalizado. Un verdadero trauma para aquellos votantes que gustan de un diputado, no así del senador que encabeza la boleta congresual. La decisión de aquellos que sólo gustan del senador ha sido fácil porque estos no arrastran, basta y sobra con solo marcar a este. Los seguidores de los diputados han tenido que chuparse al senador o, en su defecto, abstenerse en ese nivel. Para colmo de colmos, bajo esa modalidad poco democrática y, según he leído, única en el globo terráqueo, no se permite el fraccionamiento. {jathumbnail off}
A propósito del fraccionamiento, valga la redundancia, los partidos pueden verse bajo la amenaza de debilitamiento, sobre todo según sean los resultados de las próximas elecciones. Sin lugar a dudas, muchos votantes estarán frente a la tentación de votar por el senador de su partido de preferencia o militancia y un diputado de otro o viceversa. La cosa es que se creará un ambiente de personalización donde la gente dejará de votar por propuestas partidarias o colectivas. Salva un poco la situación el hecho de que la mayoría usualmente vota por la boleta completa de su partido o parcial pero sin fraccionar. Los ciudadanos no militantes no necesariamente tienen tales dolores de cabeza.
En el caso San José de Ocoa, el candidato Pedro Alegría y los precandidatos Félix Estrella y José Antonio Castillo, según quien resulte electo o señalado, tendrán una tarea «enorme». En ese sentido, el más aventajado es el actual senador porque se trata de un fenómeno político con amplio nivel de aceptación y simpatizantes de todos los lados. Estrella y Castillo deberán emplearse a fondo para que los seguidores de los candidatos a diputación de su partido le aseguren votos.
No es secreto para nadie que los diputados estarán muy concentrados en lo suyo y listarán simpatizantes con cualquier intención, incluyendo el fraccionamiento. De manera que se les hará más fácil venderse sin estar atados a figuras poco atractivas para ciertos militantes o simpatizantes.
Deseamos ocurra lo igual en el nivel municipal, cosa que esperamos sea una realidad luego de las elecciones del 2020. Lo correcto es que la aplicación en el nivel congresual sea universal, sin exclusión de las grandes provincias bajo demarcaciones y que, dicho sea de paso, tienen el poder de decidir elecciones.
Bajo esos términos y dado el alto número de cargos electivos, los montajes futuros serán más complicados pero aspiramos a la tecnificación o modernización del sistema a través del voto electrónico y otras herramientas inteligentes de última generación presentes en otras democracias.
Quiero imaginar que la negativa real a la decisión es para que los territorios excluidos de la eliminación del arrastre sean incluidos, luciendo ser así porque el asunto en general es un deseo y solicitud del Partido Revolucionario Moderno (PRM), principal partido de oposición.
En todo caso, tocará guayar la yuca muchachos…
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