Por:Guido Ciprián
Fue el propio presidente electo en su primer mandato que levantó su mano y su voz bien alto para jurarle a su líder fenecido Juan Bosch que sus manos no se mancharán con actos de corrupción y creo que no tengo cómo demostrar lo contrario, pero más de uno se reirá si las repite porque no estaría manchando sus manos pero si sus ojos.
Danilo Medina está ciego, sordo y mudo sobre el caso Odebrecht a sabiendas de que es un caso-fraude con escándalo mundial, que por ende se conoce del caso por no haberse destapado en República Dominicana.
Fue Medina que dijo que actuaría por rumor público ante temas de corrupción, pero ¡qué grande le han quedado esas palabras al jefe del Estado!
Más de una vez y precisamente en los afanes reeleccionistas sus funcionarios se enfocaban en los niveles de popularidad que arrojaban las encuestas y el propio mandatario mencionó y le dio mucho peso a esa expresión popular de que continuara en el poder, (cabe destacar que reelección fue otra palabra que aseguró que no buscaría y también le quedó grande) pero me refiero a que ese oído en el corazón del pueblo fue muy eficiente para escuchar la avalancha reeleccionista de un grupo de ex pobres que no se sacian nunca y logran movilizar masas comprándole dos días de su hambre eterna.
Pero ese oído no ha escuchado los reclamos de más sectores que claman por el cese de la impunidad aunque sea con un escándalo tan claro y ya desvelado por otros países.
Más de uno podrá decir que el presidente no se inmiscuye en temas relacionados a la mal llamada «justicia» que en casos de corrupción solo ha sido injusta con el pueblo dominicano.
Puedo decirle a los que argumentan tales palabras que cuando ordenó una comisión para limpiar el proyecto energético de Punta Catalina le pasó por encima a la «justicia», al determinar que a John Percival había que «agarrarlo vivo o muerto» se estaba inmiscuyendo en caso competentes de la «justicia».
Hasta la palabra justicia le ha quedado grande al presidente porque es muy injusto que tenga temas selectivos para conveniencia no en todo caso colectiva.
Nos tocará ver que tan grande le queda la Odebrecht en la boca del mandatario, si es que en algún momento la menciona.
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