A continuación las palabras del magistrado José Manuel Arias Martínez, quien tuvo a su cargo la presentación del libro “El Hierro que Forjó la Dama”, de la autoría de la escritora ocoeña Darys Estrella.
Aclaración necesaria.-
Cuando se me encomendó la presentación de este libro, acepté gustoso y complacido por tratarse de Darys Estrella, una persona con verdaderas prendas familiares, morales, personales y profesionales; consiguientemente, de una dama que dignifica la condición de la mujer. Eso hace que goce no solo de nuestro respeto, sino además de toda nuestra admiración.
La obra consta de un índice, dedicatoria, presentación, preámbulo, diez capítulos y el epílogo, distribuidos en 191 páginas, cuya edición estuvo a cargo de K ediciones, terminándose de imprimir en el año 2017 y que ha sido puesta en circulación tanto en el país como en el extranjero, y esta noche le corresponde a nuestro pueblo, que es también el pueblo de la autora, pues aquí nació cuando la década de 1960 arribaba a sus postrimerías.
No obstante, deseo hacer lo que considero una aclaración necesaria, y es que, no pretendo detenerme con profundidad en los detalles y datos que recoge la obra; sé que eso harán ustedes cuando la lean; sin embargo, lo que sí pretendo, afianzado en el relato que nos ofrece la misma, es resaltar lo que considero más apropiado, en atención con la tarea asignada; esto es, presentar la obra.
Presentación.-
El hierro que forjó a la dama es una autobiografía de la autora a través de la cual se pueden conocer en detalle su vida y la de los suyos; es además un relato ideal de lo que es el éxito, con una mirada a lo que son los obstáculos y lo que debemos hacer para superarlos y seguir adelante. Es que, obviamente, si el éxito fuera fácil de alcanzar no habría distinción en lograrlo; son precisamente esas dificultades que hay que vencer las que le otorgan valor, las que dan satisfacción al que lo logra y las que despiertan admiración hacia el que lo conquista.
A través de su obra, Darys nos muestra con estilo sencillo y gráfico, “las estrecheces y vicisitudes” que tuvo que enfrentar, los escollos que tuvo que superar, quedando claro que necesariamente debemos sobreponernos a los obstáculos si queremos lograr nuestras metas, pues como dijo alguien… “nadie dijo que sería fácil”.
Ciertamente, en la única parte donde éxito aparece primero que trabajo es en el diccionario, pero cosa muy diferente ocurre en la vida diaria; de ahí que, si queremos alcanzar el éxito debemos estar decididos a enfrentar y vencer todos los obstáculos que se nos interpongan en el camino, asumiendo con estoicismo todas las dificultades, no desmayando jamás, entregándonos en cuerpo y alma en lo que hagamos, pues tal y como destaca David J. Schwartz, en el Capítulo 7 de su libro: “Cómo Obtener y Mantener el Éxito Personal y Profesional”: “Entusiasmo más acción es igual a éxito”.
En consonancia con lo precedentemente expuesto, Darys nos dice en su obra que debemos “sentir pasión por lo que hacemos”, elevando este pensamiento a la categoría de mandamiento, figurando éste como el número 4 dentro de sus doce mandamientos, que son, en esencia, parte de sus lecciones aprendidas, con las que el lector se pondrá en contacto cuando se disponga a disfrutar de este manojo de vivencias, orientaciones y motivaciones.
Basta con abrir el libro para percatarnos de que la razón fundamental del éxito de Darys estriba en su concepción familiar, colocando a ésta como centro de su vida, pues salta a la vista que “su familia es su mayor orgullo”, de ahí que a pesar de los múltiples logros y reconocimientos recibidos lo más importante para ella es su familia y “su pasión es pasar tiempo con ella”, por eso decimos que su éxito descansa en su concepción familiar, en los valores inculcados desde su niñez por sus padres, pues está absolutamente convencida -así queda evidenciado- que “no hay poder como el de las raíces”.
Esto explica el que le dedique algunas páginas de su libro a sus progenitores Alberto Estrella Ovalles y Rafaela Ivelisse Mordán Brea, unión matrimonial fruto de la cual nació la autora de El hierro que forjó a la dama.
Esa concepción familiar de Darys, en la que insistimos por la necesidad de asumirla, hoy día en que vemos flaquear ese importante núcleo social y que explica en gran parte el preocupante y acelerado deterioro que acusa la sociedad en la actualidad, permea toda su obra porque igualmente permea toda su existencia y se transmuta en su mayor riqueza.
En la obra podremos encontrar los detalles pormenorizados de lo que ha sido la trayectoria de la autora, su vida estudiantil; su participación en el reinado, con apenas 6 años de edad, cuya finalidad era recaudar fondos para la construcción de un canal de riego, siendo seleccionada como reina, al ser la que más fondos recaudó; reinado cuya coronación se llevó a cabo precisamente en las escalinatas de este palacio municipal.
Evoca en su obra los recuerdos de su niñez, en la que si bien no tenían televisión, teléfono, mucho menos computadora, no le faltaba lo necesario, resaltando lo felices que eran, sin preocupaciones, sin acoso, y sobre todo colmada de amor. Darys aprendió de sus padres que “con esfuerzo, constancia y dedicación todo se logra, creció escuchando de ellos que: “la educación es la única herencia que les dejaremos”, así como que: “si otros pueden, tú puedes” y “si otros no pueden, tú serás la primera en lograrlo”.
Hallaremos en esta biografía personal descritos los momentos difíciles propios de la época, pero que del mismo modo son evocados momentos de alegría y de felicidad de sus visitas a Juan López, Moca, donde vivían sus abuelos paternos; sus visitas al Padre Luis y al Prof. Juan Bosch; los estragos del Ciclón David, en agosto de 1979 y de cómo su casa sirvió de refugio a mucha gente; de su viaje a Santo Domingo y de todo lo que implicó esa experiencia en su vida.
Encontraremos esparcidas en la obra una amalgama de enseñanzas y orientaciones que de seguro nos van a ser de mucha utilidad en nuestras vidas.
En mi caso particular, debo admitir que al enterarme de todas estas aleccionadoras enseñanzas que le ha transmitido su padre, en una especie de epígrafe sobre una frase popular, digo entonces que: “cuanto más conozco a Darys, más admiro a Alberto”.
En esencia, la obra nos muestra cómo la vida, con sus realidades concretas, utilizando el hierro como instrumento, se ha ido encargando de forjar a la dama; dama que es admirable porque, lejos de pretender convertirse en hombre para darse a respetar, ha luchado por mantener “su femineidad”, “su autenticidad”, “su humildad”, siendo fuerte, sí, pero justa; firme, sí, pero delicada; de ahí que hayamos destacado al inicio, y reiteramos aquí, que ante Darys Estrella estamos en presencia de una dama que dignifica la condición de la mujer.
El hierro que forjó a la dama es un puñado de orientaciones vivenciales, encaminadas a lograr la motivación necesaria para aventurarnos a perseguir nuestros sueños, convirtiendo en oportunidades nuestras calamidades.
La ristra de motivaciones que encontraremos en El hierro que forjó a la dama nos ayudará indefectiblemente a asumir con determinación, arrojo y valentía el camino correcto para enrumbarnos por el sendero del éxito, pues tal y como queda plasmado en la obra… “sí se puede”.
De manera que así como ocurrió en noviembre de 2013, cuando participó en su primer maratón, celebrado en la Ciudad de New York, Darys continúa impertérrita corriendo por la vida, levantando los genuinos valores de la dominicanidad, donde la ocoeñidad es consiguientemente izada a lo más alto.
Decir además, que me parece muy noble, lo mismo que oportuno, que la autora se haya decidido a escribir y publicar esta historia, la que sin duda servirá de motivación para muchas personas que libran en el día a día una verdadera batalla en contra de la adversidad, en contra de los obstáculos que la vida se encarga de poner en el camino, y que ciertamente, en los triunfadores, lejos de constituir un valladar insalvable, representan más bien verdaderos retos, que como soporte nos lanzan hacia el éxito, el que sólo es posible alcanzar, venciendo precisamente esos obstáculos.
Habiendo leído el libro, estoy convencido de que obro correctamente cuando los invito a que descubran por su propia cuenta, a través de la fascinante lectura de estas páginas, cómo el hierro se ha encargado de forjar a la dama.
Despedida
Finalmente, señores, antes de concluir mi participación en esta noche regia, cargada de emociones, vivencias y añoranzas, solicito que pase al frente a nuestra admirada Darys Estrella…. Que igualmente le acompañe su adorado padre Alberto Estrella….
Teniéndolos aquí presentes, habiendo conocido algunos detalles de sus vidas, indefectiblemente en ellos se configura lo que puedo llamar una hermosa relación padre-hija.
Ahora, con ellos abrazados, les invito a que se pongan de pie para que celebrando el amor, les tributemos un cerrado y merecido aplauso……. (Maribel Méndez… Canción “La Familia”, de pimpinela)
¡Muchas gracias… buenas noches!
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