Luis Encarnación Pimentel
Del ministro Andrés Navarro se tiene la idea de que es buen gerente y que, como tal, es hombre que resuelve y que, en poco tiempo, por los cargos por donde ha pasado en la administración pública ha dejado su impronta. De ahí el temor de algunos, de que si el hombre se involucra de lleno en política partidaria y en una candidatura -como se sabe que ha dado algunos pasos en esa dirección,
aunque no ha adelantado la decisión final-, se pierda a un buen ministro y hay pocas garantías de que por ahí esté el candidato del PLD en el 2020.
Por suerte, el eficiente ministro solo ha dicho en ciertos círculos que aspira, pero no se ha precipitado y sigue lidiando con los problemas de la educación nacional, que son muchos. Pero en sus contactos o “tanteos” que tienen que ver con la política, el funcionario se dejó caer hace un par de domingos por mi natal San José de Ocoa y mientras estaba reunido con periodistas de la provincia, le llegó un tema sorpresa (quizá sea pan de cada día, con la compra de terrenos para las escuelas y las deudas con dueños de solares y con ingenieros) que tenía que ver con Educación.
En efecto, un distinguido ocoeño (desde guerrillero, agrimensor, abogado, comunicador, exfiscal provincial, productor agrícola, directivo de Hogares Crea, de la Fundación Caamaño, entre otras cosas más), Nerys Soto Feliz, tomó el micrófono que le pasaba cerca y en pocos segundos logró una atención y una disposición que no había tenido en cinco años de viajes y de espera (¿). El funcionario se enteró por boca de Nerys (nada sabía, como tampoco de otro caso de La Horma y un tercero en El Pinar, en Ocoa) que quitó un invernadero que tenía en Sabana Larga y vendió a Educación los terrenos para levantar una estancia infantil, ya levantada en un 80%, pero a cinco años de la operación no le han pagado un centavo y en sus múltiples gestiones de pago nadie daba respuesta.
¿Cuántos casos similares no habrá en el país? Esto amerita una auditoría y que Navarro le pida cuenta a quienes no le informen sobre determinadas deudas y casos, y se haya puesto a alguna gente de relajo. El caso de Nerys (el ministro puso especial atención, varios asistentes le dieron seguimiento, y cuando llegó a la sede de la institución en la capital, donde fue citado, lo estaban esperando) cobró mayor expectación cuando el hombre dijo que no quería que se repitiera el caso de la OISOE: si terminaba dándose un tiro frente a Educación (¿). Le prometieron un primer pago para el 10 de septiembre y un segundo en breve plazo. Nerys agradece el trato de Navarro.
Nota: ¿por qué si los ingenieros reciben un avance, los dueños de terrenos ni un centavo?
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