Durante los 12 años que gobernó Joaquín Balaguer, Fernando Casado grabó las criollas “La Gaviota”, escrita por el entonces opositor político Juan Bosch, y “Lucía”, autoría de Balaguer. En sus conciertos siempre interpretaba, primero, la composición del mandatario de esa época y luego la de Bosch. Según sus palabras, eso evitó que tuviera problemas en el régimen que gobernó el país de 1966 a 1978.
“¡El Magistrado, Fernando Casado!” ganó prestigio y popularidad por interpretar boleros y canciones románticas que maravillaban al público, pero mucho más por vocalizar “las criollas”, un estilo de canciones románticas, producto de trovadores populares, mayormente guitarristas, que han inspirado a muchos compositores cultos como a los extintos ex presidentes de la república, Balaguer y Bosch.
Con recuerdos que trae una y otra vez, con voz pausada y una mirada que hurga en el pasado, Fernando Casado recrea sus años vividos, desde su infancia hasta convertirse en uno de las principales voces del canto dominicano.
Su pasado vuela a la Escuela La Normal, teniendo el privilegio de ser alumno del Poeta de la Patria, don Pedro Mir. De él recibió las lecciones de geografía astronómica. Fue un buen alumno y Pedro fue mucho más que un profesor para él, ya que entre ellos hubo una relación de mucho respeto y admiración.
Se vivía en plena dictadura trujillista y para entonces, a los profesores se les honraba y distinguía por llevar el pan de la enseñanza a los alumnos. Fernando siempre fue un excelente alumno y por eso se ganó el respeto de sus profesores.
“Sí, fue un gran privilegio para mí haber sido alumno de Pedro Mir, fue mucho más que un profesor, una persona distinguida, con elegancia y gran ser humano”, recordó Casado durante un diálogo con periodistas de Listín Diario.
Fernando (4 de marzo de 1932, San José de Ocoa), quien nació prácticamente con la dictadura trujillista, tuvo una crianza muy estricta. Sus padres, aunque se divorciaron desde que él era muy pequeño, siempre estuvieron presentes en su formación. Viviendo con su familia en el sector capitalino Villa Consuelo, su padre siempre lo visitaba.
“Mamá fue dura, recuerdo que un domingo jugando pelota me arrastró por la correa para que fuera a la Iglesia y yo lloraba porque no quería ir en pantalones cortos, pues ya sentía que tenía edad para usar pantalones largos”, recordó durante la conversación.
En esa época se sentía avergonzado, ya que el uso de los pantalones largos, en ese tiempo, determinaba que ya eras un “hombrecito”.
A sus 91 años, sentado en su balcón de su modesto apartamento, rodeado de recuerdos, tiene a su vista una gran vegetación, en la cual se recrea y agradece a Dios el poder verla cada día.
“Es una bendición de Dios ver ese verdor desde aquí”, expresó mientras saboreaba su café.
Entonces evoca momentos inolvidables: “Mi abuelo fue William Read, irlandés que se enamoró aquí de una negra que vino desde Brasil. Mi abuela no se casó con él, por eso mi padre no pudo llevar el apellido Read, sino el de su madre, Casado. Esos son mis verdaderos orígenes”.
Entre sus recuerdos desempolva el hecho de cómo vivieron sus familiares el paso del ciclón de San Zenón (3 de septiembre de 1930) y a raíz de ese hecho su familia se convirtió a la iglesia evangélica. “Yo nací y crecí en la iglesia evangélica. El pastor Mr. Morgan ayudó a mis tías y a mis padres a reconstruir sus viviendas”.
Su historia en los medios y en el arte comienza sin ninguna intención, de su parte, de convertirse en locutor, actor y mucho menos cantante.
Es en la locución que inicia su vida pública en la emisora HIN y HIZ. Cuando José Arismendy -Petán- Trujillo (hermano del dictador) traslada la estación La Voz del Yuna a la capital, en 1946, con el nombre La Voz Dominicana. Casado es llamado a estudiar locución y a formar parte del staff de locutores de la prestigiosa emisora.
El incumplimiento de una de las normas, en La Voz Dominicana, provocó que lo expulsaran de la misma. Fernando recuerda que el enamorar a una de sus compañeras de clases fue motivo suficiente para que fuera expulsado.
“Es que eso estaba prohibido porque todas las mujeres eran solo para Petán, y no fui a parar a la cárcel porque un amigo de la familia intercedió, y solo me quedé sin trabajo”, afirmó.
LAS RADIONOVELAS
En la emisora HIN Fernando Casado se había destacado en las radionovelas, oficio que volvió a ejercer luego de ser expulsado de La Voz Dominicana, estación a la que regresó unos años después.
Él fue todo un ídolo de las radionovelas dominicanas, en donde, por casualidad, tiene la oportunidad de cantar y ahí descubren que el joven es poseedor de una hermosa voz.
EL CANTO
Casado es invitado a cantar en varias oportunidades en los programas radiales que se transmitían en vivo a mitad del siglo XX en Santo Domingo. “Cantaba sin ninguna ilusión de querer ser artista, increíblemente nada de lo que fue sucediendo en mi vida me lo propuse”, aseguró.
En esos años, Fernando entró a trabajar en el primer banco privado en el país, el Scotiabank, y por su dedicación llegó a ocupar un puesto de gerencia. Fue en esta institución en donde nace el mote de “El Magistrado”. Recuerda que siempre le decía magistrados a los clientes para halagarlos, así que cuando comenzó a salir por televisión la gente lo recordaba por ese apodo.
Cuando trabajaba en el banco, Rafael Solano se presentó para extenderle una invitación a cantar en “La hora del moro”, por Rahintel, canal 7 (que salió al aire en 1959), y era producido por Solano, un programa meridiano musical con un elenco artístico de jóvenes, diferente a los programas del canal La Voz Dominicana.
“Cuando Solano fue le dije que no, y el día que me tocaría la presentación, le comenté a mis amigos que Solano me había invitado al programa y ellos me convencieron para que fuera. Me presenté ese día y lo que sucedió con mi carrera artística ya es historia”, comentó.
A partir de entonces, “¡El Magistrado, Fernando Casado!”, así lo anunciaban por la radio y la televisión, ganándose un sitial desde entonces en el corazón de los dominicanos.
UNA MALA NOCHE
Entre las desavenencias que vivió en la dictadura Casado recuerda una mala noche que pasó junto a Rafael Solano, Elenita Santos y Joseíto Mateo, quienes fueron contratados para cantar en una fiesta de Año Nuevo, en 1960, en la casa del dictador en la avenida Máximo Gómez.
El grupo fue citado para las 5:00 de la tarde por el jefe del Servicio de Inteligencia Militar (SIM), el temido Johnny Abbes García. Las horas pasaban y no eran llamados a cantar, los artistas sentados en una habitación sin recibir, ni siquiera un vaso de agua, fueron a preguntar a Angelita Trujillo, hija del dictador, quien se acercó a su padre e hizo iniciar la velada de inmediato. Antes ya les habían preguntado a Abbes, pero este no hacía caso.
Casado, rememoró, que ellos terminaron a las 4:00 de la mañana, no le brindaron ni agua y fue una actuación totalmente gratis, pues nadie se atrevía a cobrarle a “los Trujillo”.
«UNA PRIMAVERA PARA EL MUNDO»
Para los años 70 Latinoamérica atravesaba por gobiernos dictatoriales que impulsan a muchos poetas y artistas a cantarles, especialmente a la libertad, en el país el poeta y publicista René del Risco Bermúdez, era uno de ellos y dejó una de sus mejores creaciones, la canción “Una primavera para el mundo”, grabada por Fernando Casado y música de Rafael Solano.
La historia de esta canción, según Casado, inicia por un sueño que tiene Solano con la música para la canción de un evento en el que participa en España. “Eran como las dos de la mañana y Solano me llama a mi casa para decirme que soñó con esa melodía, le dije que la grabara en su grabadora y que luego ya veríamos mañana”, relata.
Y así fue, en la mañana Casado y Solano convocaron al poeta René del Risco para que escribiera la canción, la que realizó de inmediato.
Con la composición no pasó nada en España, pero quedó como una de las mejores composiciones del cancionero dominicano de todos los tiempos.
Trayectoria
En la actuación se destacó con “El Chato” en “Caña Brava”, la primera película filmada en el país, en 1965, y fue protagonista de la telenovela ‘María José’, junto a la bailarina Miriam Bello, también la primera filmada en República Dominicana.
En 1972, Casado representó al país en el festival OTI de la canción en España, con “Siempre habrá una sonrisa en la luna”, y en 1977 ganó el segundo lugar con la canción “Al nacer cada enero”, de Cheo Zorrilla.
En 1977 participó en el concurso Miss Universo, presentado en República Dominicana.
El Magistrado fue conductor del Show de Fernando Casado en el canal 7 y del Show de Fernando Casado en la Voz Dominicana. Fue también quien inició el programa Fiesta en Teleantillas, canal 2 y conductor del Show de Fernando Casado en el mismo.
Vida pública
El mes pasado, la Fundación el Bulevar de las Estrellas, que preside el periodista Carlos Batista, reconoció su vida artística, junto a Niní Cáffaro y Rafael Solano. Él acudió a la ceremonia junto a sus familiares. Ese día recibió muchos elogios y felicitaciones.
Un mes antes estuvo presente en el homenaje que se le rindió a la fallecida actriz Monina Solá. Esa noche nos confesó que gracias a la rutina de ejercitar su cuerpo cada día y la no ingesta de alcohol ha logrado disfrutar de unos 91 años espléndidos y en plena salud.
Fuente: Listin Diario
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