Por: Wilfredo Tejeda Castillo
Primera Parte
Lo primero es dejar claramente establecido que nuestro nombre tiene un indudable origen taíno. Tanto Ocoa como Maniel, son los nombres como originalmente se conoció nuestra región, vienen de los taínos. En la actualidad nuestro nombre oficial es San José de Ocoa.
El San José es agregado a Ocoa en los inicios del siglo XIX, posiblemente por pobladores banilejos o azuanos influenciados por la iglesia. Antes de esa época no hemos encontrado registro alguno donde se nombre a nuestra región como San José de Ocoa, sino tan solo como Ocoa o Maniel y nada más.
En escritos y documentos tan antiguos como la colonización de América, el vocablo Ocoa, así como Maniel o Maniey están ampliamente registrados. Los primeros escritos de que se tenga noticias sobre nuestra isla mencionan los dos vocablos refiriéndose a la zona que hoy conocemos como San José de Ocoa.
Rafael García Bidó en su obra: «Voces del Bohío, vocabulario de la cultura Taina», afirma que: Ocoa Perteneció al cacicazgo de Maguana y era un lugar de reconocida importancia para los Ciguayos debido a los ríos subterráneos y manantiales de la zona. Un lugar montañoso cuyas sierras pertenecientes a la cordillera central estaban ubicadas en Maguana, una parte donde hoy está la provincia San José de Ocoa.
En su obra «Indigenismos», Emiliano Tejera define a Maniel como; Maniei: Hoy Maniel, provincia al oeste de Bonao en Santo Domingo. El intelectual e historiador Bernardo Vega afirma que aun cuando ha estado más vinculada a los negros, la palabra Maniel es un indigenismo.
Roberto Cassa y nuestro Willian Mejía señalan que el vasto y central territorio de Maguana lo constituían los cacicatos de Maguana, Bánique, Azua, Cibao, Maniey. Además, entre las principales poblaciones que comprendían dicho territorio estaban Daguao, Jayaco, Cajaya, Guanarate, Bao, Buy, Nibagauana, Carasibana, Baní, Ocoa, Niti, Nizao y Alcobaza.
La Bahía y el río Ocoa, que nace en las lomas de Maniel, y que vincula sin lugar a dudas a toda la región con dicho nombre, fueron de los lugares más conocidos de nuestra isla durante los siglos XVI y XVII como veremos más adelante. Toda la zona casi siempre fue considerada parte de Azua, lo que ocurre hoy día con la Bahía y el Palmar de Ocoa y el antiguo puerto de Ocoa. La misma provincia San José de Ocoa, fue un municipio de Azua hasta aproximadamente mediados del siglo XX.
El cronista de indias, Gonzalo Fernández de Oviedo, al hablar de la primera rebelión de negros en nuestra isla en una época tan lejana como 1522 hace mención de Ocoa. Dicha rebelión la podemos definir como el primer intento de lucha contra la esclavitud en América. La narración la encontramos en su trascendental obra; «Historia General y Natural de Indias» escrita y publica en la primera mitad del siglo XVI.
En ese momento era evidente que los esclavos negros querían luchar contra la opresión y abusos inhumados de que eran víctimas. Es así como el 27 de diciembre del citado año 1522 se produce un levantamiento de negros en el ingenio de Diego Colón, ubicado en Santo Domingo, quienes luego de dar muerte a unos nueve españoles, emprenden camino al sur. Relata Fernández Oviedo que se internaron a unas tres leguas del Ingenio Ocoa, que era propiedad de Alonso Zuazo, de donde se llevaron a algunos negros e incluso a varios indios (taínos) con la intención, según el cronista, de avanzar desde Ocoa sobre Azua. Ocoa está vinculado a las luchas por la emancipación y la libertad desde los primeros tiempos de la colonización de América.
La Villa de Azua había sido fundada en 1504, era una de las más estables y prósperas en los inicios de la colonia y Ocoa era parte del territorio de dicha villa. El conquistador de México, Hernán Cortez, fue Alcalde de Azua antes de llegar a la tierra de los Aztecas.
Ese intento de rebelión fue reducido de manera sangrienta. Los negros alzados fueron perseguidos y asesinados de forma cruel por los españoles. Tanto Gonzalo Fernández de Oviedo como Fray Bartolomé de Las Casas narran dichos hechos. Cada uno tiene una postura distinta frente al acontecimiento. En lo que sí coinciden es en la veracidad de lo ocurrido, tanto en fecha, como en la crueldad, forma y la zona donde tuvieron lugar aquellos primeros intentos de negros esclavizados por escapar hacia la libertad junto a algunos indígenas que les acompañaron.
Es posible algunos hayan huido y se internaran en lo profundo de aquella zona que era de difícil acceso. Luego, esa región llamada Maniel, fue conocida como un refugio de esclavos negros e indígenas que escapaban de sus opresores.
Pedro Mártir de Angleria, en su obra «Décadas del Nuevo Mundo», hace referencia al río y región de Ocoa, al detallar que era considerado un río caudaloso que nacía en nuestras sierras e igual que otros de la isla desembocaba en el mar, o el «estanque salado» como decían los aborígenes.
Dentro de los principales cronistas de América, Fray Bartolomé de Las Casas, tiene un rol fundamental. Tanto por su defensa de nuestros aborígenes, así como sus aportes a nuestra historia, es uno primeros que menciona nuestro Maniel. Describe gran parte de la isla y menciona las principales provincias que según él existían dentro de los cinco cacicazgos de La Española.
Luego de describir la zona de Bonao, sobre nuestra región decía lo siguiente,: «Por la mano derecha de esta provincia, (Bonao) teniendo todavía al norte las espaldas, sigue otra grande que nombraron los indios Maniey, ( luego devino en Maniel)• la penúltima luenga, todo lo más Della de sierras muy altas, con algunos valles, llena de arroyos maravillosos y aguas muy frescas,».
Una interesante investigación sobre nuestra tierra y la presencia de los negros y las cimarronadas es la realizada por el Dr. Alexis Read. Sobre ese particular y otros tópicos de nuestra historia hablaremos en otra entrega. Además, en esta parte apenas tocamos los inicios del siglo XVI. Para llegar a nuestros días hemos realizado una amplia investigación histórica que recorre los casi quinientos años de historia de Ocoa, desde la colonización hasta nuestros días. Este es solo parte inicial del enfoque histórico.
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