Por: Asdrovel Tejeda
Escuche en una reciente entrevista en un medio televisivo de amplia audiencia, al honorable gobernador de la provincia de San José de Ocoa, Abraham Martínez Pujols, referirse a la presencia de nacionales haitianos en la citada provincia, decía: » los haitianos son la mitad de la población».
Yo creo que un poquito más, pero no sólo es en Ocoa, Sr. gobernador, es en todo el país con la desventaja, para los dominicanos, que todos los días son más y que vemos imágenes ( desmentida, al contrario de usted, por los funcionarios de turno) de riadas humanas de haitianos entrando a territorio nacional, pero también, enfrentándose envalentonados con la fuerza pública, asaltando destacamentos policiales, desconociendo reglas de convivencia y un largo etc..(el país pronto será de ellos en su totalidad) con el contubernio de los militares en la frontera que hacen su agosto, así como de muchos apátridas que apuestan a la desaparición de la nacionalidad con tal de ganarse lo de la botella del fin de semana y lo de la lotería del día.
Pero también con la pusilanimidad que viene desde la presidencia hacia abajo, hasta el último funcionario del partido que vemos con pena y terror que será el sepulturero no sólo de la nacionalidad, también de la nación como un todo. Tendrán mucho dinero, bienes y un largo etc. lo único que no tendrán es País.
Pero sería injusto si no hablara de los empresarios angurriosos, los que por treinta moneda más, son capaces de vender a Cristo, pero también del dominicano de a pie, quejándose de la situación sentados en la mesa del domino cotidiano sorbiendo un trago del de mayita, con el pensamiento fijo en irse, para: vivir de los cupones, pedir ayuda pública o poner un puntico, – que eso si da cuarto!!!. Volvamos a la clase política, con algunas excepciones como la suya, senadores, diputados, síndicos, regidores, Ministros, altos oficiales, etcétera los veremos legislando y actuando desde el exterior con el recuerdo y como Boabdil, » llorando como mujeres lo que no supieron defender como hombres» Sí a todo ese panorama de entreguismo rampante en varios sentidos, concomitantemente con el abandono, no sólo de los pueblos de la frontera, de los campos que hace que los dominicanos salgan huyendo dejando los pueblos fronterizos abandonados, poblando los barrios de las ciudades creando villas
Miserias donde cada día la lucha por la vida es una batalla procelosa de donde salen, como caja de Pandora, cada uno de los males que envuelven la esperanza. Cada vez que se marcha un dominicano, de su comarca, de su pueblo o dejando el país en búsqueda de la seguridad que los políticos no les ofrecen, es natural que otro ocupe el lugar dejado en regalo atendiendo a la ley de la impenetrabilidad en reversa. No sólo la culpa toda es del gobierno, de los empresarios con salarios cebollas (?) de la prensa y sus empleados que no ven venir la tormenta, o no quieren o no les importa, porque fiesta y mañana gallo!! De las ONG que siguen los dictados de donde vienen sus fondos aunque tengan que enseñar el refajo; de los chiriperos que por ganarse mil pesos los traen en lujosos y «cómodos» vehículos sin importar vender la patria.
En Ocoa, Sr. gobernador pocos haitianos habían en la década del 1980 del siglo pasado pero parece ser que las invasiones armadas haitianas al país ( 6 ) al no lograr sus objetivos con la apatía de los dirigentes, el temor de ahí viene el lobo, de laOEA, ha producido las condiciones adecuadas para una invasión «pacífica» de condiciones tsunamicas que terminará por ahogarnos como nación. No sólo hemos perdido la condición fenotipica estamos perdiendo la totalidad de la cultura e incluso, ya hay lugares en el territorio donde no se habla español. Junto a la invasión, la indolencia irresponsable de los gobernantes de turno, el frente enemigo de las ONG, las organizaciones y manifestaciones públicas fuera del país , sumado a los planes de gobiernos extranjeros que ven Haití como un caso perdido; de la clase dominante haitiana y de la ceguera de la inmensa mayoría de la población, la cuestión del dominio haitiano de la isla, solo es cuestión de tiempo.
Muchos etiquetaran este artículo como uno de orientación racista, ahora, no fueron los haitianos que eliminaron todo lo blanco de su país,’llevando a la colonia más próspera a territorio de pobreza extrema? No vendían los primeros gobernantes, negros de otras etnias, a los franceses de New Orleans? No mataron por cientos a los residentes de piel clara de lo que hoy es República Dominicana? No mantienen un ataque internacional artero en contra de los dominicanos todos? No esclavizan a los niños Restavek, incluso mandándolos a pedir en las esquinas de nuestras ciudades. Si, es posible que lo sea, pero de parte de ellos que han demostrado y demuestran un odio ancestral a todo lo que no es de su color. Por último, cuando oigo algunos funcionarios hablar de la invasión en términos calmados, sin ofrecer solución a la vista, las campanas de mi nacionalidad comienzan su toque de arrebato.
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