José Henríquez
Debo Resaltar que, según la tesis del psiquiatra José Miguel Gómez, “el entretenimiento visual produce estímulos condicionados que mueven a las personas como Robots Conscientes de la sociedad consumista”, lo que nos induce, mediante películas, novelas y programas de entretenimiento, a “gastar más de lo que ganan”, pero también los distraen de las ideologías progresistas, de las ciencias, la literatura humanista, Etc., enajenando sus mentes.
Las generaciones actuales reciben la influencia visual de las “narconovelas”, como sustitutas de las novelas amorosas y las películas mexicanas, cuyos contenidos eran románticos, de rivalidades, de celos, intrigas Etc.; pero las “narconovelas”, los videos juegos inducen a la violencia, al sicariato, a la obtención del dinero rápido, mediante venta de drogas; enseñan la extorsión policial y de funcionarios, como el “peaje”, el soborno a los jueces y a funcionarios públicos y la reconstrucción de la belleza corporal de las mujeres para provocar la atracción erótica de los capos y de funcionarios, obteniendo prosperidad y lucro (carros y casas de lujo, prendas, carteras caras: Luis Vuitton…)
La exclusión social, la falta de oportunidades de los jóvenes, la carencia de recursos económicos, la falta de educación en valores en los hogares, influidos por el ejemplo de la vida lujosa de los capos y de los funcionarios públicos y la influencia visual de las narconovelas inducen a la delincuencia; por eso, la mayoría de los atracos y asesinatos en las calles, son protagonizados por jóvenes de menos de 30 años, o sea, de la década del 80 (nacidos) hasta acá, debido a ese cambio de modelo cultural y de la globalización a través de los medios y las redes.
El “sesgo cognitivo” mediático, impuesto por la llamada prensa amarilla o las estrategias de manipulación mediática mantienen la mayoría de los receptores “idiotizados”, serviles o “alienados” a las sociedades capitalistas consumistas y emulan los patrones de comportamientos que imponen los medios a través de las narconovelas, películas guerreristas o de acción, o las noticias de sucesos magnificados con los cuales se identifican y asimilan, como diría Sigmund Freud: Influencia de la “barbarie” (Tánatos), del ellos (de la calle) que activan “las pulsiones de muertes” (la ira, la violencia, el crimen, Etc.). Por eso, debemos reforzar la educación en valores en el hogar y a través de los medios de comunicación como contrapartida de esa cultura dominante. Propugnar por una cultura alternativa de “vanguardia, de resistencia” a la cultura burguesa y de ideología progresista y ética.
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