Riqueza colectiva es la meta socialdemócrata que defino como la producción que satisface las necesidades básicas colectivas (Educacion, Alimentación, Salud y Vivienda), generando excedentes necesarios que permitan disfrutar de gustos y aspiraciones individuales sistemáticamente conectados a la generalidad.
La Republica Dominicana tiene las riquezas en recursos naturales para alcanzar la riqueza colectiva que permita la felicidad disfrute individual sin mayor stress que el de saberse en los 48,448 km2 de una isla que se comparte con Haití.
Los medios de producción y las actividades productivas van de la mano en la consecución de los objetivos de felicidad colectiva que en si misma depende de la satisfacción individual del ser humano; la disyuntiva inicia cuando el manejo de los medios de producción se centraliza en buscar el control sobre estructuras de dominio social mas allá de equilibrio de convivencia.
Las actividades productivas se diversifican partiendo de en primer lugar la base productiva de una nación (medios de producción) y la calidad en la formación de quienes harán que los medios produzcan de forma eficaz tanto en la producción de divisas lo cual no necesariamente tiene que ver con calidad.
La Republica Dominicana tiene una educacion matemática, lo cual limita las capacidades ejecutivas al momento de llevar los números fríos a la eficiente producción en el medio en que sea se este ejecutando una actividad de producción. Los dominicanos somos un país eminentemente AGRICOLA.
El territorio dominicano, bendecido por Dios con tierras fértiles, con agua abundante muy a pesar de las manos depredadoras en la exterminación de bosques y explotación arenera en los ríos.
Las costas quisqueyanas están cubiertas de playas de disfrute, ríos, montañas y estructuras construidas por el hombre que nos coloca como el primer destino turístico del caribe y Centroamérica.
Malos dominicanos que les ha tocado gobernar han contribuido como Guanagarix al despojo de los minerales que por bendición de Dios tiene nuestro territorio.
En medio de la crisis de la pandemia, nosotros via twitter @miguel0572 sugerimos tanto al gobierno de Danilo Medina como al de Luis Abinader despojarse de cualquier calentura de oído o presión sectorial y declararan como prioridad la capitalización e impulso de la producción agrícola (lo cual ha debido ser siempre, sin importar si hay crisis sanitaria o no) y sin restar importancia mantener en segundo plano todas las demás actividades económicas que de por si estaban en recesión forzada.
Nadie hizo caso.
Las consecuencias se comenzaron a sentir con la escasez por varias semanas de rubros alimentarios de la mesa del dominicano.
Escasez provoca carestía.
¿Causas?
Cuando un producto se escasea es porque hay incautación (como en el 2003 hicieron sectores malvados con el arroz) o porque se cae la producción sea por causas de fenómenos naturales (ciclones, vaguadas, terremotos, crecida de ríos) o por la incapacidad del productor de sembrar y producir ese producto.
La incapacidad del productor de marzo 2020 en adelante las conocemos.
El Estado dirigido por Danilo Medina, hizo lo correcto asistiendo las familias pero se hizo al extremo asistencialista confiando en la importación de productos y no en la masificación en la producción nacional garantizando la generación de dólares por exportación y sustentabilidad alimentaria para los nacionales.
Luis Abinader asume el gobierno y aunque las reservas del Banco Central estaban y todavía al momento de escribir el panorama no es a favor, el presidente tuvo la oportunidad de priorizar y lo hizo; pero su prioridad no es la agricultura.
Creo firmemente en que el sector turístico es una herramienta indispensable para la generación de actividades económicas que emplea a miles de dominicanos y dominicanas e incluso extranjeros que vienen a buscar mejor vida aquí como muchos criollos lo hacen allá; pero no se come playa, no se come paredes de hotel y el dinero sin poder de adquisición no se come.
Sigo creyendo que la actividad financiera del Estado tiene que estar definida en unos ejes transversales firmes; Turismo, Minería, pero siendo la AGRICULTURA con la pecuaria como soporte el eje temático del desarrollo de la producción necesaria que nos permita generar dólares y de paso que esos dólares no deslicen el peso si no que lo empoderen.
Con un productor agrícola capitalizado, produciendo, cubriendo el mercado local y abasteciendo los mercados internacionales en los que tengamos compromisos evitará importaciones (por tanto, no hay presión de buscar dólares, por tanto, contribuirá a la estabilidad cambiaria); tener una producción agrícola capitalizada es igual a que no es posible escasez.
Estamos a tiempo de hacerlo y, con la experiencia en producción del Partido de gobierno y de decidir conservar a los mejores del partido saliente creo que es un tema de establecer los protocolos de producción, la inyección de capitales y las vías de retorno a mediano y largo plazo (tengo mi propuesta sobre eso).
Los agricultores dominicanos y en si mismo los pecuarios no necesitan migajas o regalos del Estado; solo la garantía de capitales para la inversión, presencia técnica que además de todo trabaje el estudio de suelo y abrir los estudios científicos que permitan los controles de calidad que permitan solidificar los mercados locales y la apertura de mercados internacionales.
El agricultor dominicano solo requiere seguridad en caso de perdida por catástrofes naturales (no incluye fuegos o afección por venenos mal aplicados); el productor nacional solo requiere que se respeten los mercados y no se realicen importaciones que lesionen los precios.
Creo que es momento de dejarlo aquí, y para la siguiente entrega estaré explicando:
MISERABLEMENTE RICOS; … TURISMO UNA ACTIVIDAD DE 48,448 KM2.
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