SAN JOSE DE OCOA- El ambientalista y destacado ocoeño Milcíades Mejía, aclaró que no está involucrado de manera directa en los trabajos que se están ejecutando en la remodelación del Parque Libertad del municipio cabecera.
Mediante una carta enviada a www.Ocoenred.com, el también exdirector del Jardín Botánico y expresidente de la Academia de Ciencias, dijo que aunque en su condición de ocoeño siempre pueden contar con él en lo que se entienda que puedo ser útil.
“Por Ocoa estaré en la mejor disposición de contribuir de manera voluntaria en cualquier proyecto dirigido a restaurar algún espacio natural y si se trata de nuestro Parque Libertad, lo haría con el mayor entusiasmo y buena voluntad”, expresó.
Mi participación en los trabajos de remodelación del Parque Libertad.
A la comunidad ocoeña.
Luego del anuncio hecho por el señor Alcalde Aneudy Ortiz Sajiun el pasado 17 de marzo, en el que dejaba iniciado los trabajos de remodelación del Parque Libertad, se han producido múltiples reacciones de ocoeños expresando sus preocupaciones por la conservación de la arboleda de este espacio natural y reclamando mayores informaciones sobre el alcance de dichas labores. También, yo he recibo múltiples llamadas de periodistas, comunicadores, amigos y relacionados preguntando si esos trabajos cuentan con nuestra asesoría.
En este caso, aunque he ofrecido mis opiniones técnicas al Alcalde, no estoy involucrado de manera directa en el presente proyecto, aunque en mi condición de Ocoeño siempre pueden contar conmigo en lo que se entienda que puedo ser útil. Por Ocoa estaré en la mejor disposición de contribuir de manera voluntaria en cualquier proyecto dirigido a restaurar algún espacio natural y si se trata de nuestro Parque Libertad, lo haría con el mayor entusiasmo y buena voluntad.
Le comento lo ocurrido, el 27 de febrero pasado participé junto a mi esposa en la ofrenda floral a la estatua del Patricio Juan Pablo Duarte, al finalizar el acto, el Alcalde Aneudy Ortiz me invitó para mostrarme los daños que están provocando los árboles de Chat-Chat, gmelina, javilla extranjera y cassia amarilla a las aceras y jardineras en ese entorno del parque.
Por tratarse de árboles exóticos e invasivos los cuales en casi todo el país se están sustituyendo por especies nativas y endémicas, en el caso de nuestro parque, le comenté que algunos de esos ejemplares tenían que ser podarlos, otros reducirle la altura y algunos necesariamente había que cortarlos. Conociendo el justificado celo que los ocoeños tienen con el parque, le sugerí que cuando se fuera a realizar la actividad debía convocar a un encuentro con la prensa y diversos sectores de nuestro pueblo para explicarle el alcance de las labores.
Ocurrió que durante el breve recorrido, un comunicador amigo nos tomó una foto a mí y al alcalde caminando por la acera, él la publicó en las redes y ustedes ya conocen los demás detalles.
Para el público interesado en este caso, sería conveniente una búsqueda en las redes sobre el impacto negativo que las especies introducidas han tenido sobre los espacios naturales y las floras autóctonas a nivel global y encontrarán que muchos países, para minimizar sus daños, han diseñado programas de control y eliminación de estas especies, con estos conocimientos, de seguro tendrán mejores argumentos al momento de emitir juicios relacionado con este tema.
Es una información conocida que luego de los severos daños provocados a las arboledas de la mayoría de los parques urbanos de nuestro país por los huracanes David y Federico en el año de 1979, se procedió a la siembra masiva y de manera inapropiada de un sin número de árboles exóticos, los que finalmente resultaron ser invasivos, como son el chat-chat, cassia amarilla, gmelina arbórea, la javilla y gina extranjera, entre otros. Estos árboles también fueron plantados en el parque de Ocoa.
Han pasado ya muchos años y con el crecimiento descontrolado que han experimentado estos árboles exóticos, hoy compiten ventajosamente por espacio, luz y nutrientes con las especies nuestras y cada día que pasa el daño se va incrementando.
Con esta siembra, quizás sin quererlo, se afectó notoriamente el sello distintivo que los arboles de caoba, roble, samán, ceiba, guayacán, álamo, sabina y palma real, con su lozanía, le imprimían a nuestro afamado Parque Libertad, un aspecto de suma importancia que debemos hacer esfuerzos conjuntos para recuperarlo.
Es una preocupante realidad que la población ocoeña debería entender, entonces uno se preguntaría ¿Qué se podrá hacer para solucionar la problemática antes expuesta para salvar nuestros árboles casi centenarios y manteniendo la originalidad del parque?
Para esto es necesario realizar una labor técnica dirigida por un personal entendido en la materia, por ejemplo, para los árboles exóticos hay que hacer un raleo, dicho en un lenguaje de nuestros campos, un entresaque así como una poda de formación de copa y reducción de altura; y para los nativos, eliminar ramas secas, cura de huecos en los troncos, poda fitosanitaria y de formación, entre otras labores. También, los suelos tienen que ser renovados, aplicarle una fertilización combinada con material orgánico y abono granulado, además de restablecer el sistema de riego.
Se ha expuesto con anterioridad que los trabajos de restauración del Parque Libertad deben ser sencillos, hermosos, atractivos, funcionales, con manifiesta creatividad, con total respeto por la flora y los elementos arquitectónicos originales que le dieron renombre.
Finalmente, considero como una cuestión de primer orden, la creación de un pequeño equipo de jardinería que se encargue de dar mantenimiento permanente a todas las áreas ornamentadas, ya que de no conformarse esta estructura técnica, cualquier trabajo que se realice no perdurará por mucho tiempo.
Espero con estas líneas dejar debidamente edificada a la comunidad ocoeña en general,
Atentamente.
Milcíades Mejía.
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