Los procesos de desarrollo traen consigo una serie de cambios que por lo general no son asumidos con la misma intensidad y compromiso por toda la cadena de valor de un Destino turístico, y más si se encuentra en etapa emergente.
Muchos actores que por años se habían mantenido operando en “las sombras” y otros desde las “gradas” esperan el momento exacto para entrar en acción sin importar que con eso contaminen el momento y causen “ronchas” en la epidermis del tejido económico en la dinámica social de dicho territorio.
Esto no es nada nuevo. Ha ocurrido en muchas ciudades de la RD y en otros países del mundo que también se han visto envueltos en esos sistemas de cambios y transformaciones sorprendiendo a sus instituciones sean estas públicas o privadas.
De ahí los “líderes del momento” los “influencer de nuevo cuño” y hasta los “profetas” no dejan de decir: “presente” trayendo teorías, proyectos, herramientas y mecanismos sin sustentación alguna y que solo funcionan en sus cabezas y así la lista se agranda cuando encuentran tierra fértil para hacer valer sus teorías en un ambiente sin planificación y ningún tipo de estrategia clara fuera de toda lógica y sin sustentación alguna.
En la República Dominicana alrededor de 12 provincias han sido declaradas como Provincias ecoturísticas sustentadas en una ley asignándole fondos para su labor de investigación, levantamientos, promoción, publicidad y capacitación del recurso humano para ser colocado en los proyectos existentes y los que se instalarán luego de la adecuación y fortaleciendo de la cadena de valor del destino en cuestión.
Entre estas podemos mencionar: La Altagracia, Puerto Plata ( increíble ), Valverde, Azua, Peravia, Dajabón, La Vega, Pedernales, Maria Trinidad Sánchez, Santiago Rodríguez y Santo Domingo. Ninguna de ellas, hasta donde tengo conocimiento, tiene un Plan Estratégico de Desarrollo turístico y tampoco, salvo honrosas excepciones, han conformado su Consejo de Desarrollo como claramente establecen las leyes que los regulan y tienen ese mandato.
Vale la pena aclarar que los fondos asignados a las provincias ecoturísticas en la RD deben ser utilizados exclusivamente para: estudios , levantamientos, capacitaciones, promoción y publicidad del destino favorecido con dicha iniciativa legislativa. Jamás para construir Infraestructuras y mucho meno para sustituir instituciones locales sean estas públicas o privadas.
Los Consejos de Ecoturismo o Turismo son creados para el fortalecimiento del destino,para ser organismos “adhoc” para la creación de los mecanismos necesarios e instrumentos esenciales para su desarrollo sostenible. Temas pendientes en la mayoría de las provincias donde se están “trabajando” por el tema político contaminando sus procesos pues, sus miembros son nombrados por decreto y responden al gobierno turno dejando fuera a instituciones que realmente son dolientes de su territorio no dejando ningún espacio para la sostenibilidad a futuro de sus acciones e iniciativas.
El accionar del Ministerio de Turismo deja mucho que desear también por la falta de acompañamiento a estas provincias dejándolas fuera de sus planes De promoción, publicidad. No entiendo cómo aún la institución rectora del Turismo en la RD no ha creado una Dirección para regular, acompañar y desarrollar junto a estas provincias sus planes y proyectos convirtiéndose en retranca y estancandolas evitando con esto su arranque.
Estas leyes obligan al Ministerio de Turismo erogar los fondos sin dilación alguna pues cada ley es especial y además establece cómo serán invertidos dichos fondos. En la práctica lo que ocurre es una desinformación para las provincias y retención de fondos sin ningún tipo de explicación y lo que antes funcionaba sin ninguna dilación hoy se ha convertido en un dolor de cabezas para muchas provincias.
¿Qué alegan para estos retrasos?
Problemas en la preparación de sus Planes Operativos Anuales, creación de una ONG y otro casos menores como la conformación de su Consejo de Desarrollo.
También hablan de transparencia en sus procesos contables. Pienso que lo que les ha faltado a la administración actual es un mayor conocimiento de estas leyes especiales y provocando una desconexión con la cadena de valor de las provincias favorecidas con estas leyes. Los esfuerzos se diluyen y el seguimiento a sus iniciativas , planes también por la falta de una dirección especial que se encargué de dirigirlos, supervisarlos y fortalecer sus encadenamientos.
Para que las provincias ecoturísticas transiten el camino a la sostenibilidad y transparencia deben ser despolitizadas, que sus Consejos no dependan del gobierno de turno para que puedan funcionar de manera objetiva y puedan cumplir con las expectativas de la población que paga sus impuestos para verlos al final del camino en proyectos sostenibles.
Que los gobernadores provinciales no hagan de los Consejos de Ecoturismo “una finca de su propiedad ” nombrando, con el dedo, a los que a ellos les convenga políticamente y que los legisladores, alcaldes se queden viendo desde las gradas estos procesos y en otros casos mas graves , midiendo fuerzas. Jamás se podrá encontrar una ruta adecuada para el desarrollo de estas provincias si la política partidista contamina estos procesos que por caprichos banales de unos pocos se quedan en el camino estudios,levantamientos y acuerdos firmados que maliciosamente son olvidados sin importar lo que para lograrlos e implementarlos se invirtió.
La operatividad de estos Consejos jamás podrá ser efectiva mientras tengan una membresía tan numerosa y además con escasos conocimiento de Turismo, ecoturismo y dejando fuera sectores claves de la dinámica económica de estas demarcaciones territoriales. Es tiempo de la “despolitizacion” de estas instituciones y ponerlas en manos de los dolientes de sus territorios.
Tiempo además de la modificación de algunas de estas leyes para su “descontaminacion” como es el caso de la 151-04 que declara a la Provincia de San José de Ocoa “Provincia Ecoturística “ en manos de las nuevas autoridades legislativas esta este reto no sin antes someter dicha modificación a una consulta abierta y democrática que incluya, entre otras cosas, reducir su consejo, revisar sus estatutos y poner en marcha sus reglamentos que solo falta su aprobación.
Y en la nueva modificación tendra que someterse que la designación del Presidente del Consejo será bajo una elección abierta y participativa no como esta ahora que la misma Ley taxativamente dice quién lo presidirá. No soy abogado, pero creo que esto viola la Ley que regula las instituciones sin fines de lucro de la RD ley 122-05 pero que además se pudiera accionar en un recurso de inconstitucionalidad por la violación a la libertad de asociación y participación democrática en este tipo de organizaciones.
Urgen estas modificaciones para modernizar la Ley y adecuarla a los nuevos tiempos revisando también la actual asignación de recursos que tiene.
De esta deberá emanar el Plan Estratégico de Desarrollo Turístico integral de la provincia. Insisto en que es tiempo de pasar de “fotos, videos” y otros “desvelos” a acciones más sostenibles y humanas.
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