Por Billy Graham
Celebramos el día de la juventud en la República Dominicana. Nuestro país parece tener dos universos paralelos; uno donde los jóvenes viven en constante desapego de la realidad social, económica, de lucha de clases que se encuentra sumergida nuestra nación. Desinterés provocado por la falta de políticas públicas que favorezcan la incursión de los jóvenes.
Esto se debe, además, a que pocos jóvenes les interesa ser parte de la toma de decisiones, de inmiscuirse en asuntos políticos, servidores públicos y toda organización que tenga incidencia directa en decisiones que afectan los jóvenes.
Los informes más recientes de la OXFAN muestran un alto porcentaje de jóvenes de edades de 15 a 29 años que no trabajan ni estudian. También muestran un alto porcentaje de jóvenes en esas edades con acusaciones de maltrato infantil y a la mujer. Los NINI, término que se le ha otorgado recientemente, también es un indicativo de la falta de oportunidades y desinterés de los jóvenes de prepararse profesionalmente. Pongo como ejemplo el municipio donde nací y crecí, Sabana Larga de Ocoa, donde solo 7 de cada 100 jóvenes que culminan la educación secundaria van a la universidad y solo el 1.98% la termina. Esos 93 que no fueron a la universidad son parte de los NINI. Pero también, ese alto porcentaje es el que no le interesa ser parte de los cambios socio-económicos que requiere nuestra sociedad. Nos proponemos cambiar esa realidad escalonadamente. Para los próximos 2 años al menos 12 de cada 100 personas deben ir a la universidad pretendiendo subir 5 puntos a este porcentaje cada dos años.
Es un mundo paralelo con visiones y propósitos totalmente diferentes pero que ha de cambiar. No es descabellada la idea de que todo ha de cambiar. Los jóvenes saldremos a las calles, buscaremos soluciones, discutimos los temas que nos competen, actuamos en favor de otros. Esto nos permitirá unir ambos mundos, convertirnos en una generación pujante, ejecutores de planes y proyectos de impacto inmediato a pequeña escala y progresivo que impactaran en gran escala.
Es hora pasar de estar al otro lado del camino y nos reunamos en el centro de la vía que conduce al desarrollo colectivo. Es hora de ser propositivos y ejecutores. Es tiempo de hacer la tarea que nos corresponde como generación. Es tiempo de que nuestras ideas e ideales confraternicen y nos convirtamos en el mayor proyecto de cambio. Es tiempo de poner la democracia, la seguridad, la tranquilidad, el progreso del país como primera opción.
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