Por: Profesor Albin Yanil Diaz Calderón
Hoy en día en todos los proyectos se habla de sostenibilidad para lograr un mejor desarrollo que tiene por objetos viabilizar a las personas a desarrollar capacidades, actitudes como adquirir conocimientos que les permitan tomar decisiones fundamentales en veneficio propio y de los demás, ahora y en el futuro aponer en prácticas esas decisiones, debemos de pensar en un futuro de que el cuidado educativo, sociales, económicos, ambientales estén en equilibrio en la búsqueda del desarrollo y en una buena calidad de vida.
Pensar en un liderazgo educativo que se convierta en un ente de cambio que oriente a la comunidad educativa a la búsqueda de la calidad, al clima y cultura organizacional en crecimiento personal representada en la formación integrar de las instituciones.
Un liderazgo de mejora continua que preserven y desarrollen profundos cambios de todo lo que se difunde, transmite y que consigue perdurar en el tiempo porque provee las nociones, habilidades, valores y actitudes que exigen competencias para enfrentar los retos que presentan los nuevos entornos, ya que requieren de nuevas estrategias que trasciendan de capacidades de liderazgo de integridad, innovación, perecedero para fomentar en las instituciones educativas grandes transformaciones.
Sostenibilidad y el emprendimiento son una fusión para complementar elementos claves para el desarrollo educativo en los factores más relevantes que más influyen en la formación de las diferentes dimensiones y sobre todo permeado por los valores éticos y morales, el liderazgo educativo en todos los sentidos son garantes de una cultura de cambios muy significativos, tiene que ver con el accionar de las personas frente a sus cualidades, características y competencias a nivel individual el cual se proyecta en toda la organización educativa.
Nuestra educación debe estar basada en un curriculum sustentable que reflejen las necesidades y prioricen transformaciones sociales que satisfaga las necesidades más apremiante y necesaria sin tener que afectar las oportunidades de las generaciones futuras para satisfacer la actual. Se necesita un liderazgo de integridad inmaculado que propicie una cultura de respeto, apego a los principios morales para reorientar los procesos de reingeniería o calidad total para construir un liderazgo educativo y transversal
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