Se conoce como reforma protestante al movimiento religioso dentro del cristianismo iniciado en el siglo 16 por un monje alemán llamado Martín Lutero, sus postulados produjeron un gran cisma en la iglesia católica, lo que dio origen a la clarificación de los abusos y negocios que tenía la iglesia Católica de la época, vamos a decir que de la época, sí.
Ese acontecimiento de primera magnitud cambió para siempre la Europa de entonces.
La motivación principal de Lutero fue las escandalosas ventas de indulgencia que tenían los líderes de la iglesia Católica, quienes creyeron que porque tenían sotana, eran capases de borrar los pecados de los comunes, pero en realidad solo se enriquecían con la ignorancia de los que los creían Santos en la tierra.
Lutero clavó sus 95 famosas tesis en la iglesia de wittenberg, lo que a todas luces fue un desafío a los poderosos jefes católicos, pero que abrió los ojos de tal manera en esa época, que aún hoy en día podemos ver el poder de defender la verdad en las miles y miles de Iglesias protestantes y son muchos los millones de fieles cristianos evangélicos los que podemos ver en nuestra sociedad.
Las clases dominantes, que en esa época lo era con mayor fuerza la iglesia católica se inventaron el purgatorio y fue tan fuerte la hegemonía de dicha religión que aún hoy en nuestro tiempo, hay gente que creen en el tal purgatorio, creen que solo un humano común y corriente como todos nosotros, puede lograr que nuestra alma llegue más limpia a nuestro encuentro con el creador, solo por su intervención.
Todas estas líneas de historias las escribo con el solo propósito de que aquellos que son buenos entendedores sepan que los tiempos cambiaron, ya no se necesitan panfletos para luchar contra las clases dominantes, ahora la tecnología democratizo la comunicación, un simple clamor ya no solo resonaría en un desierto, las personas de nuestra sociedad estamos más empoderados y aún más lo estamos aquellos que estamos dispuestos a fajarnos por nuestras propias vías para que el Señor Dios, Jehová que es el único que puede, sea el que nos juzgue en su momento.
Cada sacerdote, cada pastor debe entender que su comportamiento y guía deben ser perenne en todo, cualquier descuido puede hacer que los feligreses de su parroquia o iglesias se aparten de ellos, más no así de Jehová, ya no se sigue nombré, se sigue comportamiento y para culminar es bueno que se indague porque hay una ley que impide poner nombre de personas a calles o monumentos antes de 10 años de a ver partido de la existencia terrenal.
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