Por Nóbel Mejía.
Leyendo «bolas de cristal» por aquí, por allá, por acullá y, logicamente, en este importante medio digital de la provincia San José de Ocoa, mi cabeza da vueltas por los tantos anuncios sorpresivos y las conjeturas que se tejen en torno a ello. Tanto así que no resulta fácil dar en la diana porque los partidos políticos y sus figuras guardan secretos que no necesariamente bajan al colectivo.
Las cosa se complica más cuando se trata de alta política, decisiones adoptadas a puerta cerrada en aposentos palaciegos.
De todo ese berenjenal centro mi atención en dos interesantes propuestas, aquellas planteadas por los honorables municipes Wilfredo Tejeda y Asdrovel Tejeda. El uno propone al alcalde Aneudy Ortiz como candidato a diputado, mientras el otro lo sugiere para la senaduría. No son ideas descabelladas, ambas están bien enfocadas y son perfectamente posibles.
Cabe resaltar que se esperaba ver a Ortiz corriendo tras una diputación pero, por «cosas de la vida», este decidió presentarse a un nuevo mandato en la alcaldía del municipio San José de Ocoa. Se dice que esta figura está interesada en un cargo congresual y algunos, como es mi caso, conjeturamos que Miguel Vargas y el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) indicaron o amarraron otra cosa. Un escenario tal donde se supone es bajo la anuencia del presidente Danilo Medina. Desde luego, dada la alianza del oficialismo con el jacho, lo natural era esperar la reservación de la alcaldía para el PRD.
Aneudy Ortiz ha «concluido» un ciclo y es necesario que remonte a otros niveles. Eso produciría tres cosas interesantes: la liberación de una plaza anhelada por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), explotar al máximo nivel la sobrada capacidad del joven alcalde para dirigir la cosa pública y el surgimiento de nuevas propuestas en el PRD.
Quiérase o no, la cuasi sempiterna reservación de la alcaldía ocoeña para los blancos es un tapón que obstruye el paso de mucha gente buena y muy capacitada que hace cola para esa plaza. Eso afecta tanto a potenciales candidatos del PLD como del propio PRD. Es un sacrificio que poco a poco dejará de hacer sentido. De hecho, soy de opinión que no es necesario y, tarde o temprano, puede pasar factura. EL PLD tiene bastantes posibilidades de ganar ese territorio, con o sin esa alianza. El partido oficialista ha sido dichoso que sus partidarios ocoeños no han causado un cisma. Por muy buena o excelente que haya sido la referida gestión, se juega con candela.
Los argumentos de los tejedas son excelentes para ponderación. Wilfredo es más técnico en ese sentido, sobre todo porque compara y agrega números. La sugerencia de la diputación resulta más comoda o menos traumática porque guarda dos posiciones, una que puede reservarse y otra disputarse. La senaduría parece allanarse con las salidas de Pedro Alegría y Carlos Castillo pero implica derribar la sólida estructura del precandidato Félix Estrella y poner stop a José Antonio Castillo y los leonelistas.
Quizás sea «políticamente tarde» para acoger una u otra sugerencia, aunque en el crono parece estamos a tiempo y el asunto puede trabajarse con resultados positivos. Doblamos rodilla para que estas propuestas lleguen a las medianas y altas instancias del PLD, se aprueben o desestimen. Si no es que ya hay una jugada montada y por ello las salidas de Carlos y Pedro, esto al decir de Wascar Martínez mediante su más reciente artículo de opinión.
Les invito leer lo sugerido por Wilfredo y Asdrovel en sus respectivos artículos publicados en Ocoa en Red. De igual modo, no olvidar el análisis de Wascar sobre el desistimiento de Carlos Castillo.
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