Escrito Por: Francisco Casado
SAN JOSE DE OCOA.- El pasado 29 de noviembre, fruto de de los daños producidos por las lluvias de ese mes, el programa el Sol de la Mañana realizó una transmisión especial desde nuesrro parque Libertad, donde participaron Julio Martínez Pozo, Euri Cabral Najib Chaede y José Laluz, entre otros.
Dentro de los postulados, escuché decir al político y comunidador José la Luz que la vida del Padre Luis José Quinn debería ser llevada al cine, y pidió la intervención del ex senador Pedro Alegría para que tal propuesta sea convertida en realidad.
Hoy me uno a la iniciativa de realizar este proyecto cinematográfico y desde este momento llamo a trabajar junto a quien pueda ser el guionista que desarrolle un guion basado en las vivencias del padre y las pocas historias que el mismo hizo públicas”.
LUIS QUIN; ENTRE LA IGLESIA Y LA MONTAÑA
Fue un sacerdote canadiense que desarrolló su labor evangelizadora entre la Iglesia y la montaña, entre la Junta y los Consejos Comunitarios, dirigiendo una reunión técnica o jugando con un niño, a lomo de mulo o en una camioneta, con una plantita en la mano o dándole un pan al hambriento, discutiendo con el Presidente de la República o con el general de Foresta, reclamándole más atención al cumplimiento de sus deberes al Secretario de Agricultura o indicándole al técnico conservacionista donde están los problemas más críticos.
Luis Quin al llegar a San José de Ocoa y sin que nadie se lo encomendara, inició la tarea ciclópea de enfrentar la problemática por todos los frentes posibles. Para ello necesitaba de un instrumento de acción, la palanca de Alquímedes para mover al mundo y desde luego que la consiguió, pues ya existía «La Junta» como todos le llaman a la Asociación para el Desarrollo de San José de Ocoa, que había sido fundada por otro Sacerdote con idénticos propósitos en 1962; El Padre Cursio.
Con la vida del Padre Luis al cine, se llevaría también, más allá de la inmortalidad, a lo que fue parte de su tropa, los técnicos de apoyo de la Junta para el Desarrollo y a sus generales de brigadas Ramón Báez, Santa Báez, Pascual y Alberto Estrella, entre otros.
Tal como dijo ELeuterio Ramírez: «El Padre Luis, apoyado en la experiencia de Ramón Báez (su mano derecha) y el dominio de la idiosincracia campesina que tenía Santa Báez (tan comprometida con esta lucha que hasta dejó su vida en el camino), se lanzó a la conquista de una riqueza extraordinaria (la naturaleza de montaña), que se le iba de las manos, se le escapaba entre los dedos, a sus verdaderos dueños (los campesinos), por su inexperiencia en el manejo de los casos conflictivos de las tierras de laderas, por los umbrales críticos en que caían sus predios al recoger dos o tres cosechas y a la falta de una asistencia estatal que pudiese brindarles orientación técnica y oportunidades de crédito que viabilizaran sus métodos de siembras y cosechas».
SOBRE EL PADRE LUIS
El Padre Luis Quinn fue un hombre excepcional, de mirada profunda y serena, de hablar pausado y de elevados conceptos, de firme vocación religiosa a servicio de los pobres, en definitiva: fue un excelente ser humano.
Llegó a Padre Las Casas procedente de Cánada de la orden de los Scarboros Missioners como párroco de la Iglesia Nuestra Señora del Carmen a finales de los años 50 o a principio de los años 60. De inmediato, su primera acción pastoral fue organizar al pueblo, visitó todas las comunidades rurales en diferentes ocasiones y en cada una de ellas conformó un Comité de Acción Comunitaria; al poco tiempo, los resultados eran evidentes.
La pobreza de todo el Municipio era tangible, la carencia de alimentos, medicinas y ropa se dejaba ver en los extractos más pobres de las comunidades. De inmediato se puso en contacto con CARE INTERNATIONAL y a los pocos días llegaban al pueblo grandes camiones transportando alimentos, tales como: Arroz, habichuelas, harina de maíz, trigo, aceite, leche, queso y otros. Por medio de CARE también obtuvo medicinas que los médicos locales recetaban a personas de escasos recursos económicos, y se alquiló un local para instalar la “Farmacia del Pueblo”, así como también un gran local para usarlo como almacén de alimentos. Estos programas existieron por varios años.
El Padre Luis laboró en San José de Ocoa, éste su nuevo hogar hasta el día de su muerte, sus restos reposan en la Iglesia de San José de Ocoa, pueblo que le amó en vida y ama su recuerdo imperecedero.
Fue, hasta el último de sus días, un hombre del pueblo, de la gente, amigo de los amigos. Sencillo y humilde hasta más no poder. Luchador por las causas reivindicativas. Solidario hasta el extremo del sacrificio personal.
“El nos deja grandes legados como es el valor, el trabajo, la humildad y la solidaridad .”
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