Insisto en el ecoturismo porque creo en ello como «la tabla de salvación» de los ocoeños. A decir verdad, en el mediano y largo plazo no se vislumbra una alternativa en el horizonte capaz de permitirnos dar «el gran salto». Otras posibilidades de despegue son escasas o inexistentes. El turismo de montaña y la agricultura es la pareja ideal en la pista de baile.
La provincia tiene que elevar su nivel de preparación académica y agrícola para maximizar ganancias y desarrollarse. Debemos alentar que nuestros muchachos consideren la posibilidad de educarse en áreas que serán fuentes sustentantes del ecoturismo: gastronomía, atención al cliente, etiqueta y protocolo, guía turística, gerencia hotelera, barismo, bartenderismo, idiomas, otros. Todo lo que implique recibir y atender visitantes nacionales y extranjeros es lo que creará el sello distintivo de la marca. Eso es así porque el buen servicio en cantidad y calidad, aunado al calor humano y la experiencia de la visita, es lo que establece la diferencia. La cosa es que la infraestructura y los recursos naturales sean más placenteros.
San José de Ocoa es esencialmente agrícola y no puede desvincularse de ello. El ecoturismo puede hermanar perfectamente porque lo parido por la madre tierra es demandado por los turistas, bien sea para comer o llevar. Los alojamientos y puntos de cocina pueden abastecerse total o parcialmente en el mercado local. Acuerdos comerciales entre estos y comunidades campesinas organizadas en proyectos colectivos pueden resultar en beneficios atractivos y economía de doble vía.
A propósito de lo educativo, existen unos cuantos centros de enseñanza donde se puede estudiar asuntos relacionados directa o indirectamente al ecoturismo, incluyendo diplomados. Son aprendizajes técnicos compatibles con profesiones establecidas y carreras en desarrollo. La experiencia nos dice es visionario y progresista no quedarse sólo en estudios superiores. Fundación Picos, Escuela Vocacional de Las Fuerzas Armadas, Centro Padre Arturo e Instituto Global de Ciencias son los mas conocidos o mencionados.
La única excepción es, quizás, la alta cocina, por lo visto hay que migrar fuera de Ocoa para titularse en la materia. Los chefs de escuela haciendo vida en Ocoa son contados. También es harto conocido que la hotelería y turismo se puede estudiar a nivel universitario.
Los cascos urbanos deben ponerse en sintonía para atender los clientes antes y después de las montaña porque nada mejor que eso como bienvenida o despidada. Lo ofrecido en el bosque también debe ser de calidad. Un personal entusiasta y debidamente preparado atrapa tanto como la propia experiencia del tour.
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