Por: Lic. Wendy Marisol Féliz Ortíz
Las instituciones educativas se enfrentan día a día con grandes cambios y transformaciones, lo que conlleva a retos por parte de sus directivos; retos éstos que dan al traste con procesos internos de eficiencia y eficacia permeando todas las áreas de la gestión escolar y poniendo de manifiesto el liderazgo transformacional de dicho directivo.
Al referirnos al Liderazgo Transformacional nos enfocamos en la figura del director, el líder de la Institución Educativa, quien debe ser el promotor de este liderazgo, y no tan solo el promotor sino ejercerlo en cada uno de los ámbitos de esta Institución.
Según James MacGregor Burns (en Gary Yukl, 1989b), expresa que el liderazgo transformacional se vincula con valores morales en forma positiva y las necesidades de los seguidores.
Para Bass el líder motiva al seguidor e incrementa su sentido de obligación, pero no se preocupa por los beneficios a favor de los seguidores.
Según Yu, Leithwood y Jantzi (2002), el liderazgo transformacional se inserta en las condiciones representativas de la escuela como son los objetivos, su cultura, sus programas e instrucciones, sus políticas y organización; y sus recursos para obtener un mejor funcionamiento dentro de los contextos en los cuales se desarrolla.
El líder transformador es aquel que se apropia de sus funciones en todos los aspectos en la Institución Educativa; se involucra en todos los ámbitos: en la parte pedagógica, motivando a cada docente e involucrándose en cada uno de los aspectos de planificación, monitoreo, seguimiento a la labor aúlica; es aquel que está atento a su personal administrativo, personal de apoyo, alumnos; además trabaja por la creación de alianzas estratégicas con instituciones de la comunidad.
El líder es aquel que fomenta entre sus seguidores la innovación, creatividad, estimulándolos a experimentar nuevas formas de hacer las cosas en beneficio de la Institución.
Es abierto al cambio y a las sugerencias, reconsiderando y modificando su conducta cuando se evidencia conflictos internos por ésta, considerando las respuestas emocionales de sus seguidores o actores que intervienen en el proceso enseñanza-aprendizaje.
Para el líder ejercer su influencia en un liderazgo transformacional debe poseer competencias de comportamiento en el logro de una visión y misión clara de la institución, aplicando en el día a día los valores que ésta declara poseer y comunicar esa visión a todos los actores de la comunidad educativa; buscar oportunidades y tomar riesgos, delegar en otros y permitir que éstos a su vez puedan accionar, creer en el trabajo de los que están bajo su dependencia, además evidenciar afecto y respeto por sus seguidores.
El líder transformador es quien sostiene la organización, infundiéndole aliento a su personal, motivando e incentivando a todos los que se encuentran a su alrededor. Se caracteriza por su apasionamiento hacia los alumnos, preocupado siempre por la condición tanto emocional como académica de éstos, incidiendo de manera positiva en el logro de los resultados de sus aprendizajes.
Cuando el gerente ejerce un liderazgo transformacional en la gestión escolar se empodera de los procedimientos internos del Centro Educativo, descentraliza pero a la vez supervisa y monitorea que todo esté funcionando bien; desafía a los docentes para que éstos sean mejores profesionales; toma en cuenta su equipo fomentando así un trabajo colaborativo, diseñando junto a ellos planes de recompensa y motivación para ser aplicado a todo aquel que evidencie un trabajo de calidad dentro de la Institución. Es digno de imitar en sus acciones; deja huellas en el corazón de las personas; monitorea y da seguimiento a los sistemas de gestión llevados a cabo en la Institución; posee objetivos definidos y medibles, revisando éstos periódicamente para evaluar el rendimiento y los resultados y trazar futuras líneas de acción con miras a su mejora.
La efectividad de un líder, no se evidencia sobre la base de imposición sobre los demás, se mide por la efectividad de las respuestas de sus seguidores, su confianza, admiración, respeto y lealtad que tengan hacia él; y no tan solo esto, sino que los demás puedan estar dispuestos a ejercer su trabajo con disposición y a realizar tareas extras para lograr mejores resultados para el bienestar de la gestión escolar existente.
El liderazgo transformacional pone de manifiesto en la Institución un clima escolar adecuado, implementando así una cultura de paz; la cual es imprescindible para una convivencia sana entre todos los actores de la comunidad educativa.
Este liderazgo transforma la gestión escolar, desarrolla el liderazgo en sus seguidores y los inspiran hacia la excelencia de la calidad educativa.
Como bien expresa Jhoh Maxwell “Un líder es aquel que conoce el camino, va por el camino y muestra el camino”.
Así que podemos concluir diciendo que “Personas de calidad dirigen procesos de calidad”.
La autora es maestrante en Planificación y Gestión de la Educación, Universidad Católica Santo Domingo y directora Interina Liceo Técnico José Núñez de Cáceres.
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