Como siempre, en el introito de mis escritos, quiero darte gracias querido lector por ofrecerme tu tiempo, valiosísimo, en medio de éste sistema capitalista de horarios extensos y agendas apretadas. Hoy, más que nunca, se hace necesario un carácter definido para poder nutrir nuestro acervo intelectual.
Primero usted debe saber qué significado tiene el término » ignorancia» y no es más que: es un concepto que indica falta de saber o conocimiento, o experiencia y tiene curso común en los ámbitos filosófico, pedagógico y jurídico.
Continuando con el escrito, si me lo permiten, quiero remontarme al mes de diciembre del año 2019. En ese preciso momento donde sonaba el campanazo y le dábamos la bienvenida al año 2020.Era idílico hacernos una imagen de lo que sería el año que entraba. Nadie se habría esperado tantos acontecimientos en un solo año. Pero el más trascendente de todos ha sido la aparición del COVID-19, esto en un mercado de mariscos en Wuhan China. Este virus, mientras estuvo alojado en china, nadie le hizo caso, pasó desapercibido. En nuestro país se llevaron a cabo manifestaciones multitudinarias en la plaza de la bandera y luego, 3 elecciones. Pues como dice el dicho: OJOS QUE NO VEN, CORAZÓN QUE NO SIENTE.
Hoy el tema covid-19 lo miramos desde otra óptica, los casos positivos en el país, por citar un caso conocido, llegan a los 70,000. Las muertes por dicha enfermedad rondan las 1,300 víctimas. Solo en Ocoa poseemos 242 casos positivos de dicha enfermedad, mientras que los fallecidos sobrepasan la decena. Se han estado tomando medidas para salvaguardar la vida de los dominicanos, desde «estados de emergencia», toques de queda y planes sociales para evitar que las personas salgan a la calle. Pareciera que todo esto es inútil y que, cada fin de semana, el COVID-19 desaparece en nuestro país.
Solo hay que ver las imágenes del Naranjal, Sabana Larga y otros sitios de la provincia el domingo pasado. Cientos de personas aglomeradas, muchas de ellas sin la más mínima protección. Frente a esta situación debemos hacernos las siguientes preguntas: ¿ ESTÁ AL TANTO LA POBLACIÓN DEL PELIGRO QUE CORREN SI SE ENFERMAN?,¿ SABRÁN ELLOS EL NÚMERO DE CAMAS, DISPONIBLES, PARA INGRESARLOS?, ¿ ESTARÁN CUIDANDO A SUS ADULTOS MSYORES?
Creo, sin temor a equivocarme, la respuesta a todas estas preguntas es un rotundo NO, en más del 90% de ellos. Pero ésta no es una ignorancia por casualidad, sino que deliberadamente las personas no quieren hacerle caso al llamado de cuidarse, pues de información estamos llenos. Que poco vale la vida de muchos sí la rebajan al mismo nivel de una «presidente» o un «Brugal».
Cada día procure investigar, saber, buscar información. De esta manera podrá tener una mayor visión de lo que ocurre a su alrededor. Pero sobretodo procure tener interés en aportar su esfuerzo para que esta pandemia termine, de una vez por todas. Y piense que, al fin y al cabo, todas las medidas utilizadas buscan salvar su vida y la de los suyos.
Me despido con esta frase que hice mía: EL DOMINICANO SÓLO ENTENDERÁ QUE EL COVID-19 MATA, CUANDO EL FALLECIDO SEA FAMILIAR CERCANO.
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