Por Harris Castillo
Otro grande, anónimo, acaba de partir. La escasez de líderes parece que afecta al cielo también y se están reforzando con los nuestros. A principios de mes dijimos adiós a un grande, el doctor Gior Mancebo, hombre ilustrísimo, ilustradísimo y de extraordinaria valía para nuestro colectivo manielero. Mas luego despedimos a Alcides, otro grande.
Ahora se nos marcha Domingo De Los Santos, si ya sé que la mayoría de ustedes no le conocieron. Fue sencillamente un grande, anónimo.
Nuestros campos son la cantera de la que toda la sociedad debe hacer acopio para rescatar los valores perdidos, porque en ellos aun retoña el ejemplo más reciente de los ancestros ejemplares. Domingo era un ejemplo.
No tenía dinero. Qué bueno, porque su valor no puede medirse por un parámetro tan banal. Tenía jovialidad, una sonrisa para todos, honesta, sincera. Tenía vocación de servicio, nuestro Nizao contaba con él para las juntas, los rezos, los trabajos de campo y las luchas.
Fue el presidente de la Asociación para el Desarrollo de Nizao, y puso todo su esmero para que nuestra entonces sección, tomara parte de manera militante en el proyecto Ocoa Provincia. Ser distrito municipal, pasa por esa página dorada de dicha Asociación, pasa por Domingo.
Tenía honra. Qué bueno, porque eso permanece en muchos jóvenes nuestros por su ejemplo, y el mejor de los ejemplos son sus hijos, hermanos más que todo, Jhonny, Solangy, Hugo, Eddy, Franklyn y Clara.
Tenía oídos. Qué bueno, porque escuchaba con atención y aconsejaba con sabiduría.
Yo nací a su lado, privilegiado con los Domingos, y los Nizaeros saben por qué. De su lado me apartó la distancia, espero no hacerlo de su ejemplo. Hasta luego amigo viejo, viejo amigo.
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