El próximo dieciséis de agosto, la República Dominicana conmemora un aniversario más de su Gesta Restauradora, en esta ocasión vestida de júbilo para los quisqueyanos, ya que tomará posesión el presidente electo Luis Rodolfo Abinader Corona, y con él los nuevos incumbentes que formarán parte de su gabinete.
Como es bien sabido, todo cambio conlleva un proceso de adaptación, pero en este caso, más que adaptarse, se requiere de hombres y mujeres con gallardía, valientes, competentes, comprometidos con su país y por ende, con los ciudadanos que de manera democrática dieron un voto de confianza para que estos llegaran a los distintos ministerios y cargos público para así asumir los nuevos retos y desafíos que enfrentarán para continuar ejecutando los proyectos que han sido de beneficio para todos, y de igual modo contrarrestar aquellos que solo han servido para que unos pocos se sienten a la mesa y se sirvan con la cuchara grande, sin importarles el porvenir de aquellos más desposeídos.
Asumir un nuevo puesto de trabajo implica ver a qué nos enfrentaremos, cuál es el reto que tenemos como personas y como profesionales, ya que la demanda social es fuerte.
Los ministros que han sido designados por el nuevo gobierno, tienen un gran reto por delante. Tal es el caso del recién designado Ministro de Educación, Roberto Fulcar quien tendrá que asumir uno de los ministerios más importantes de la nación, el cual ha sido duramente golpeado por la cruel pandemia que desde marzo hizo que se suspendiera la docencia de manera presencial y que amenaza con afectar el inicio del próximo año escolar 2020-2021. En sus hombros recae la dura responsabilidad de provocar cambios a pesar de las circunstancias.
Por su parte, el presidente electo tendrá que lidiar con los efectos del cruel virus COVID-19, que en la actualidad impacta al mundo y por ende al país en todos los ámbitos. En ese sentido, hacer frente a la economía, la cual ha sido severamente embestida producto de la disminución del turismo, el cierre parcial del comercio en los meses pasado, los toques de queda, entre otros.
Otro reto al que deberá prestar especial atención es a la lucha contra la corrupción, tarea que no ha sido fácil encarar durante los últimos tiempos, pero que sin lugar a dudas tendrá que enfrentar, o por lo menos eso espera la sociedad, ya que ha sido uno de los pronunciamientos del presidente electo en sus discursos de campaña
Solo resta augurarles éxito a las nuevas autoridades y pedirle a Dios que les de sabiduría para enfrentar la realidad que vive el país.
Hoy es el día idóneo para que al igual que en las campañas electorales el nuevo presidente pueda gritar «El Cambio Va», pero que sea un cambio en beneficio de la mayoría.
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