Y que si la vida se nos va. ¿A donde van nuestros sueños y esperanzas? Donde se esconden, cuando nuestras alas ya están compuestas con todas sus plumas.
Que hay de las memorias que nos llegan como destellos de luz. ¿A dónde van cuando nos encontramos perdidos, sin horizonte, sin pista de aterrizaje? Y que si nos atrapan mientras nos agobia la rutina, desprevenidos pensando que ya es tarde, para creer, para soñar, para volar.
Que se escapan nuestros sueños, se nos agota el tiempo. La vida que se va, al igual que se apaga una llama que alguna vez ilumino la oscuridad. ¡Y que de nosotros! sin el tiempo, sin la vida, seriamos igual que los peces sin escamas, una simple existencia que se esfuma de los sueños de un pescador, igual que dos niños corriendo hacia su imaginación.
¿Y es que acaso? nuestro ser no asimila que los recuerdos nos hacen vivir, creer, amar, que gracias a ellos sentimos, y nos saciamos con aliento de esperanza y agradecimiento. A caso capaces de asemejar que si se van las memorias escondidas lo perdemos todo, incluyendo el tiempo vivido.
¡Y ay! de nosotros, si deseamos empezar sin los recuerdos. No seriamos más que un retrato sin una historia detrás. Una canción sin melodía. Y si al final el tiempo solo fuera tiempo, y lo importante seria las experiencias, las anécdotas, las historias vividas.
Entonces reciclaríamos el tiempo, y las historias se guardarían como esconde un pirata su tesoro; y el reloj seguiría marcando los segundos, en demostración de los anhelos que se esfuman sin previo aviso.
¡Y que! Si descubriésemos que la vida no es más que, esperanzas que invaden nuestras almas cuando soñamos, tiempo que se agota cuando se van los recuerdos, y amores que jamás se borraran de nuestras memorias.
Que a todo esto, confesemos que el tiempo es vida, que la vida son memorias que contamos con alevosía y furor. Que el vivir es el recordar el pasado, sabiendo asumir el presente y soñando con el futuro. Entonces recitaría en voz aguda que el tiempo es como un baúl repleto de fotografías, con susurros, llantos y alegrías. Mostrando que .es perfecto aunque no todos estamos en la misma sintonía.
Fragmentos de una noche lluviosa.
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