Por Nóbel Mejía
Una extraña cadena de eventos en la provincia San José de Ocoa ha originado una avalancha de opiniones, supuestos, teorías de conspiración y cuantas ocurrencias se imaginen, sobre todo en torno a la candidatura oficialista a la senaduría.
Lo último es que ya se está hablando de que Danilo dejará espacio para que emerja una figura del Partido Revolucionario Moderno (PRM), supuestamente como parte del “equilibrio democrático”. De igual modo, se propone la posición en favor del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y su alcalde Aneudy Ortiz.
No bien nos hemos reparado tras el desistimiento del senador Pedro Alegría y ocurre la extraña salida del exsenador Carlos Castillo. El primero se retira en su mejor momento y el segundo, aunque marcado por serias debilidades partidarias, con sobrada capacidad para remontar y popularidad extra partido. Ambos han expuesto necesitan espacio para dedicarse a otras actividades, incluyendo el importante núcleo familiar. Eso puede ser perfectamente verdad pero el colectivo conjetura otras cosas en torno a tales decisiones. Lo de Pedro es más entendible porque quedó varado en una “situación política especial”. Carlos es un completo misterio porque su presentación fue extremadamente efímera. De manera que estamos hablando de dos generales de batalla con maquinaria pesada para pasar el rodillo sobre cualquier precandidato oficialista a la senaduría. Pecan de inocentes los que creen en retiros por temor o números cortos. Ahora bien, cabe reconocer que Carlos se durmió en los laureles y Pedro no supo trancar el juego a tiempo, pensó mucho la jugada.
Visto los hechos, Bernabé Félix Estrella Ovalles es el precandidato a votarse y senador natural obligado 2020-2024. El sector leonelista que lo espera en “la curvita de la Paraguay” poco o nada encontrará en esa vuelta, aunque no debe minimizarse y será necesario para ganar en 2020. José Antonio Castillo no es mala idea pero le falta gasolina. Hemos dicho hasta la saciedad que no es lo mismo unido que dividido, cambios de escenarios nacionales pueden pasar factura al proyecto estrellista y cualquier otro que se presente. La oposición está tarde para ablandar habichuelas, es muy difícil que articule una formula capaz de enfrentar con éxito la candidatura “Conexión Estrella”, sobre todo ahora que el danilismo cuenta con los generals antes mencionados.
Félix es la persona indicada por obligación debido a una simple razón que expusimos meses o años atrás. El hombre se lanzó al ruedo hace rato, comiendo por abajito y haciendo un trabajo político electoral de grandes ligas. Lleva la milla en materia mediática y de activismo comunitario. La publicidad es de otra galaxia, con tintas subliminales y de buen marketing. De manera que para el danilismo resulta relativamente más fácil vender una candidatura estrellista. Cualquier otra cosa nueva traduce en invento y altas posibilidades de perder.
Quizás no tenga el nivel económico y de relaciones ostentado por Pedro y Carlos pero ayuda bastante el hecho que la gestión de Félix en la gobernación es valorada entre buena y excelente, posee alta capacidad para diligenciar cosas, tiene una verdadera “conexion” con la gente y es el más aclamado en la línea danilista. Alegría y Castillo necesitan echar raíces en esa parcela del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), quedando pendiente que el primero confirme permanencia en la segunda casa cronológica del profesor Bosch. Sin ánimos de ser profeta, el futuro es halagüeño para ambos. Espero verlos integrarse al recorrido estrellista, levantar muro frente al leonelismo y, sabe Dios, hasta dirigir la campaña en la provincia. No cae mal que sean considerados para cargos ejecutivos de primer nivel en el probable próximo gobierno danilista.
Algunos han hablado de la posibilidad de un acuerdo local entre leonelistas y danilistas para ceder la candidatura al sector del primero pero, dado el “grave” clima nacional entre ambas facciones, no veo eso en mi radar.
Si no hay un haz bajo la manga, Félix Estrella tiene camino libre. Ahora bien, una cosa es ganar la candidatura, otra muy distinta obtener la senaduría. El líder está madurando, sanando heridas y debe comportarse a la altura de las circunstancias. De eso escribiremos toda vez logre saltar el muro de las primarias.
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