He leído por aquí, por allá y por acullá acerca de las posibles causas de la derrota de Bernabé Félix Estrella Ovalles. Hay cierta dosis de verdad en todo ese rollo pero creo se trató de asunto matemático, una aritmética que no alcanzó para obtener el triunfo. Realmente los estrellistas no sufrieron una derrota humillante, simplemente no obtuvieron la plaza codiciada. ¿Cómo es eso?
No se puede analizar un proceso de elecciones al margen de los números, hacerlo provoca sesgos de suma importancia. Vamos de la mano a los resultados oficiales del nivel congresual (senador) publicados en la página web de la Junta Central Electoral (JCE). Allí se lee que el conjunto encabezado por el Partido de La Liberación Dominicana (PLD) obtuvo 15,014 votos (48.49%) y el representado por el Bloque Institucional Social Democrata (BIS) se alzó con 15,697 votos (50.70%). La diferencia es de 683 votos (2.21%).
Si vemos de forma separada, por partido, el PLD obtuvo 12,098 votos y el Revolucionario Moderno (PRM) 11,883. La diferencia entre estas dos fuerzas es de 215 votos en favor del PLD.
Los ocho (8) aliados del PLD aportaron 2,916 votos, incluyendo 1,730 del Partido Revolucionario Dominicano (PRD). El bloque encabezado por el BIS recibió el respaldo de doce (12) aliados «menores» que, junto a el, sumaron 3,814 votos en favor de José Antonio Castillo. La Fuerza del Pueblo (FP) aporto 1,196 de ese total.
Lectura
Félix Estrella perdió porque el PRM se compactó en torno a la candidatura de Castillo, introduciendo la «enorme» suma de 11,883 votos. Las reservas de algunos, incluyéndome, era que una buena parte del PRM no respetara la alianza y votara contrario, por debajo de la mesa.
Félix Estrella perdió porque no es lo mismo un bloque de 9 que uno de 14 donde 3 partidos minoritarios sobrepasaron los 500 votos. Antes de las elecciones especulamos la posibilidad de que las alianzas hicieran la diferencia y así fue. El PLD obtuvo mas votos pero los aliados se encargaron de aguar la fiesta. Al final la derrota fue propinada por 683 votos.
Probabilidad de una traición
Se rumora la posibilidad de una traición. Siendo sinceros y sin ánimos de recordar cosas pasadas, el movimiento estrellista es el menos indicado para referir traiciones. Hasta que se demuestre lo contrario y se presenten pruebas concluyentes, ese alegato no tiene fundamento matemático y, si ocurrió, no hizo la gran diferencia. Veamos los números:
En el nivel presidencial 12,374 votantes marcaron a Gonzalo en la casilla del PLD y en el nivel congresual (senador) 12,098. Una diferencia de 276 votos. Aunque no necesariamente se trate de los mismos votantes, ese marcador nos habla de muy poco fraccionamiento. Los que estaban con Gonzalo igual abrazaron la causa estrellista. El PRD le respondió más a Félix que a Gonzalo: 1,730 contra 1624. La diferencia entre niveles congresuales peledeístas (senador-diputados) es de 261 votos (12,359-12,098).
Alguien refirió sobre votos nulos. En el nivel presidencial se anularon 510 votos y en el nivel congresual (senador) 1,656. Los votos nulos son nulos, no tienen dueño y, al mismo tiempo, le pertenecen a todo el mundo porque no estuvo clara la intención del votante. Eso es verificable en la mesa. Los votos observados son los que, en muchos casos, tienen ganancia de causa para un lado u otro.
De todas formas, analizar resultados haciendo cruce de boletas no hace sentido por ser muy subjetivo. De hecho, si lo hacemos entramos en la conclusion de que 1,522 votos perremeistas del nivel presidencial no favorecieron a Jose Antonio (13,405 – 11,883).
Errores y futuro de Félix Estrella
Ha cometido muchos y todo indica que insiste en ello pero, realmente, lo que le pasó factura es la matemática antes presentada. Podría presentar un listín de fallos pero vamos a dejar que los muertos entierren a sus muertos, el tiempo es el mayor delator. Sugerir traiciones y ponerse al frente tan rápido, sin guardar los «9 días», supone la previa existencia de un plan B, quizás se manejaban números y la posibilidad de la derrota. El futuro del partido a nivel local puede estar matizado por una lucha de intereses y liderazgo, caldo de cultivo para un tsumani. Aunque, en honor a la verdad, Estrella no tiene contrincante y dudo mucho se arme otra estructura morada fuerte para 2024.
Félix tiene futuro, dentro o fuera no lo sé. Ahora bien, debe moverse a pinza de cirujano, enmendar errores, revisar equipos y estrategias. El análisis de Harris Castillo no tiene desperdicio, los refiero allá.
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