El exdirigente revolucionario Juan Bautista Castillo Pujols (Tita) exigió a la Policía Nacional y a la Procuraduría General de la República que informen públicamente las verdaderas motivaciones de los integrantes de una patrulla policial que lo detuvo alegando que era buscado por el ministerio público, lo cual era falso.
Castillo Pujols consideró “sospechoso y peligroso” para su integridad física el comportamiento de unidad policial que lo siguió y esperó que saliera de la piscina olímpica para detenerlo, porque ellos llevaban una copia de su cédula, la confrontaron con su rostro y afirmaron: “Este es el hombre de la Procuraduría”.
El exprisionero político durante los gobiernos de Joaquín Balaguer relató que luego de estar detenido, un oficial fotografió con un teléfono celular su Cédula de Identidad y Electoral, le dijo que estaba despachado.
Castillo Pujols manifestó que ante ese comportamiento ajeno a los procedimientos policiales ordinarios, acudió a la Procuraduría General de la República para indagar qué motivaba su arresto momentáneo.
Dijo que fue recibido gentilmente por la procuradora Miriam Germán y la procuradora adjunto Yeni Berenice Reinoso, quienes tras revisar sus archivos le informaron que allí no había ninguna disposición de arresto ni investigación en su contra.
Ante esa situación, Castillo Pujols solicitó a las magistradas que dada su condición de expreso político torturado en numerosas ocasiones, tanto él como su familia y sus amigos, necesitaban conocer el origen de esa detención y las motivaciones extrajudiciales que implica.
“Semanas después, recibí una llamada de la magistrada Yeni Berenice diciéndome que la detención fue una confusión de la patrulla”, narró Castillo Pujols, quien agregó que le resulta “inexplicable que una patrulla de la Policía que lleva una copia de mi cédula en la mano y me espera a que salga de la piscina para arrestarme, luego de comprobar que era a mí a quien buscaban”.
Afirmó que como no tiene ningún asunto pendiente con organismos de seguridad ni la justicia, prefirió indagar directamente en la Procuraduría la razón de su detención, pero ante una explicación tan poco creíble de que fue objeto de una confusión, “hago pública la denuncia para responsabilizar a la Policía Nacional de cualquier incidente que envuelva mi seguridad personal y la de mi familia”.
“Exijo, en mi condición de ciudadano que ha luchado largos años por la libertad, la democracia y la justicia de República Dominicana, que se respeten mis derechos, mis ideas y mis espacios en esta sociedad”, apuntó Castillo Pujols.
Recordó que en sus largos años de lucha “he pagado con prisión, torturas y exilio” la defensa de la libertad para todos los dominicanos, por lo que a sus 75 años de edad no está dispuesto a permitir que, sin ningún motivo, sus derechos sean violados.
Castillo Pujols alertó a todas las organizaciones sociales, profesionales y políticas sobre este hecho y dio garantías de que su comportamiento es y será de apego y respeto a las leyes, por lo que ese mismo trato exige para él.
Hijo del primer director del liceo Jose Núñez de Cáceres. Su padre era Juan Bautista Castillo (Blanco)
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