Por: Laura Casado Ortiz
En República Dominicana el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (MESyCT), es el encargado de reconocer y supervisar las universidades del país. Según los últimos datos disponibles, existen más de 70 universidades reconocidas, entre ellas públicas y privadas.
Se estima que, en total las universidades dominicanas ofrecen una amplia oferta formativa, contando con más de 2,000 programas de estudios en todos los niveles académicos. El número de programas varía dependiendo de la universidad y de su área de especialización. Aquí se incluyen, las carreras de grado, ingenierías, los programas de posgrado con maestrías, especialidades y doctorados, y por último los diplomados y cursos de formación continua.
Son muchos los cambios en la sociedad que afectan la educación superior, por ejemplo, la creación de nuevos programas, la mejora de la calidad educativa, la obtención de certificaciones, entre otros. Ante tantos cambios y un mercado tan competitivo, las universidades se encuentran inmersas en un mar de oferta y demanda, por lo que deben recurrir a herramientas del marketing educativo para poder atraer a futuros alumnos y docentes, mantener a los actuales y motivarlos para que ellos mismos sirvan como referencia, así como para darse a conocer y a la vez posicionar su imagen institucional en un mercado competitivo.
Anteriormente había poca competencia en el sector, por lo que el uso del marketing para promocionar los servicios educativos no era un tema significativo. Una definición reciente de este tipo de marketing, proviene del autor en marketing educativo Víctor Núñez, quien en su obra « Marketing educativo: Cómo comunicar la propuesta de valor de nuestro centro.», publicado en 2017, define el marketing educativo como el:
«Conjunto de técnicas y estrategias utilizadas por los centros de enseñanza (desde infantil hasta la universidad y el posgrado) para conseguir satisfacer las necesidades educativas de una sociedad, sus familias y alumnos de forma rentable». (Núָñez, 2017).
Las universidades han ido desarrollando con el paso del tiempo estrategias que van más allá de la publicidad tradicional e incluyen métodos innovadores para captar la atención de la comunidad académica y para ofrecer su oferta, entre estos se están:
- Estrategias como la vinculación con instituciones de educación secundaria, en las que visitan e informan a los potenciales estudiantes universitarios sobre los programas que ofrecen, mejores oportunidades laborales y áreas de acción para cada carrera.
- Participación en ferias universitarias.
- Jornadas de puertas abiertas.
- Descuentos en matrículas.
- Programas virtuales y de doble titulación.
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- Actualización constante de la oferta académica.
- Fidelización de alumnos y docentes.
- Trabajo con los egresados.
- Publicidad y promoción tanto en medios tradicionales como en las redes sociales.
- Posicionamiento en rankings.
- Logro de acreditaciones.
- Convenios con universidades extranjeras, entre otras.
Todo esto crea valor para los grupos de interés de las universidades y debemos aclarar que estas estrategias involucran no sólo a los estudiantes sino también a los padres, quienes son importantes porque influyen en la decisión de matricular a sus hijos en estas instituciones.
Para finalizar, este tipo de marketing abarca una variedad de estrategias para atraer y fidelizar, las universidades son las que tienen el enorme reto de ser creativas y adaptarse a las tendencias actuales, para ofrecer no solo calidad en la educación sino también experiencias y oportunidades que la comunidad pueda experimentar en ellas.
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