Por: Asdrovel Tejeda
Corría el año del 1633 y en la iglesia de Santa María Sopra Minerva delante de un tribunal de la inquisición, compuesto por cardenales de la «Santa» iglesia católica, un atribulado, temeroso, señor de setenta años nombrado Galileo Galilei abjuró de su visión heliocéntrica del mundo que postulaba que los planetas gravitaban alrededor del sol y no la teoría ( dada como verdad divina) ptolemaica que la tierra era el centro del sistema solar.
E pur si muove – y sin embargo se mueve – dicen que dijo Galileo a ser condenado a su domicilio de Arcetri. Las iglesias que siempre han pretendido y pretenden ser las dueñas y señoras de Dios, al que le inducen como trabajar, que decir y que hacer, pretenden desde siempre encarrilar la humanidad de acuerdo a la visión cerrada de sus ministros.
A través de la historia hemos visto como imponen sus dogmas y creencias para dirigir y erigirse en dueños y amos absolutos de la verdad. Un concierto de hombres, donde las mujeres son seres no invitados a sentarse en la mesa de la cena, solo a servir y ser carne de uso desechable por razones obvias de parte de un liderazgo de machos añejos.
Las tres grandes religiones que nacen del tronco de Abraham, condenan a la mujer como un ser inferior, también a el placer sexual lo llevan, no solo a ser proscrito, lo llevan a ser pecado y CAPITAL. He visto lleno de estupor como el clero dominicano (clero del griego Klero que significaba sorteo, por extensión al ganador de un terreno o una parcela.
Los hombres que son la parcela de Dios en la tierra) ha decidido con todo el poder que le confiere el ser dueños de Dios hacerse dueños absolutos no sólo de la vagina, pero también del vientre de las mujeres dominicanas, que les parece!!. Hombres que no tienen hijos ( solo sobrinos, casos hay no sólo de sacerdotes, de obispos y papas!! Con uno o varios sobrinos) que no tienen familia que mantener y que tienen resuelto su día a día ahora se mesan las barbas y ponen el grito al cielo con el asunto del aborto, mirando con anteojeras para un solo lado y esgrimiendo la Biblia como un fusil Mauser.
La vida es sagrada, pregonan, – la vida es un bien divino, dicen; los mismos de alguna manera culpables de hambrunas, de cientos de miles de niños y de episodios terribles en contra de la dignidad humana en el curso de los dos mil años de establecido el negocio de su «fe» Que culpa debe tener una mujer violada para fruto de esa violación tener que parir un hijo; o de la obligada a cometer incesto o la de la que peligre su vida o la de….., otros tantos casos. Si no fuera tan serio el tema, sería hasta patético porque ahora hombres que abominan del sexo y de la familia quieren ser patrones y amos de vaginas y sus dueñas. Ojalá que los congresistas dominicanos no le quiten a las mujeres dominicanas, sobre todo a las de escasos recursos económicos, el DERECHO a ser dueñas de sus cuerpos y sus conciencias; bien que les fue dado por Dios la fuente eterna del amor y de la luz.
Comentarios...