Es sabido por todos que el COVID-19 nos ha afectado en todo el sentido. De los sectores más afectados es la educación. El último estudio de la calidad de vida en la provincia indica que el 70.4% de la población no tiene conocimiento alguno de informática, es decir ni uso de computadoras. Vamos a un año escolar de manera virtual donde quienes van a guiar los niños en las casas no saben qué hacer según el estudio. Añadiendo el pobre servicio eléctrico y de los proveedores de internet. El medio de comunicación de mayor uso en toda la provincia es el televisor. Las condiciones para un año escolar de manera virtual no están dadas en la provincia y los factores antes mencionados lo confirman.
Es sabido por todos que el COVID-19 nos ha afectado en todo el sentido. De los sectores más afectados es la educación. El último estudio de la calidad de vida en la provincia indica que el 70.4% de la población no tiene conocimiento alguno de informática, es decir ni uso de computadoras. Vamos a un año escolar de manera virtual donde quienes van a guiar los niños en las casas no saben qué hacer según el estudio. Añadiendo el pobre servicio eléctrico y de los proveedores de internet. El medio de comunicación de mayor uso en toda la provincia es el televisor. Las condiciones para un año escolar de manera virtual no están dadas en la provincia y los factores antes mencionados lo confirman.
El mayor reto no es lo antes expuesto sino deserción escolar. El 71.4% de los niños y niñas no está inscrita en un centro educativo. Esta cifra muestra la mayor crisis que atraviesa la provincia de San José de Ocoa. La provincia mantiene una lucha constante para desarrollarse y mientras menos se eduquen sus habitantes más difícil se hace crear programas de desarrollo puesto que quienes han de hacerlo posible no tienen las habilidades y la formación académica requerida. La buena noticia es que aumentamos de un 7% a un 9.5% los que han alcanzado la educación universitaria y en gran parte se debe a la deserción que sufre la educación secundaria donde solo han alcanzado el nivel secundario 22.6% de las personas.
Lograr cambiar estos datos es una labor de todos. Hemos estado trabajando como islas donde cada área que impacta el sistema educativo ha trabajado solo. Es necesario que, maestros, sociedad de padres, autoridades municipales y provinciales puedan sentarse para buscar soluciones a esta pandemia que nos tiene atrapado por décadas y elaborar un plan local. Ha de ser un plan local porque nuestras condiciones nos obligan a una variación del plan de educación. Es nuestra responsabilidad como provincia buscar estas soluciones. Los datos arrojados son de antes de la pandemia de COVID-19 es decir que estos números han de aumentar en este tiempo que nos encontramos.
Es ahora que debemos actuar para que tengamos cada año una disminución en los porcentajes negativos que nos amarran al atraso. De nada sirve un buen proyecto, una buena idea, sembrada en la cabeza de quien no la puede entender por el fallo del sistema educativo y sus componentes en la provincia. Es posible si se trabaja como un solo cuerpo.
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