No sé si es por el extraño e incierto año que casi finaliza, pero tengo la creencia de que se acerca un tiempo de grandes cambios para la humanidad. Sí, incluida la de nuestro Maniel. El turismo del que estamos hablando desde los años 90, podría evolucionar de ser una actividad «con potencial», a ser una actividad altamente productiva.
Con la construcción de establecimientos turísticos, muchos con componentes «eco», Ocoa sigue preparando la infraestructura para poder realizar efectivamente, una seria actividad turística. Ya a Ocoa la conocen, por referencia a sus fiestas patronales, su Rancho Francisco y sus características climáticas. Tampoco podemos dejar de reconocer, el esfuerzo realizado para establecer el nombre de Ocoa como lugar amigable al turismo receptivo. Este esfuerzo se ha hecho, tanto de manera institucional como de manera particular, por fervientes amantes de nuestro terruño. Hace dos días vi la más reciente medida certera, me refiero al nuevo y vistoso letrero, que invita a venir a nuestro destino entre montañas, colocado en el Cruce de Ocoa por nuestra gobernación.
De repente se suman grandes iniciativas turísticas, sobre todo en la zona de Tatón. Se ha hecho más accesible el proyecto de Bismarck Morales, que ha fomentado las visitas de celebridades y personas adineradas a Ocoa. Se ha sumado Villas Tatón y ya son altas las expectativas, por el proyecto ecoamigable Arawakos Adventure Time. Y sabemos de otros que ya acarician sus venideros proyectos. Fuera de Tatón y aparte de los establecimientos tradicionales, ha sorprendido la construcción del llamativo hostal Don Pedro, en Ocoa.
Rancho Arriba cuenta con Tell Alpin y Mahoma con Ecobatey. Pido excusas por las omisiones, pero por las limitaciones de espacio solo menciono algunos nombres de interés. Seguro se me quedan muchos.
La nueva estructura del Consejo de Desarrollo Ecoturístico, y su brazo ejecutor, el «fondo», debe orientarse a fomentar dos cosas: la inversión privada y la recepción de turistas. Reconociendo el importante trabajo realizado en los 9 años de dirección de Rafelín Read, la estructura necesita, para continuar su avance, una inyección de nuevas ideas y nuevo dinamismo. Además si se aprueban las recientes propuestas de incentivos, del senador actual José Antonio Castillo, la atención gubernamental estará mucho más cercana a nuestro desarrollo ecoturístico, con el consecuente reforzamiento económico para tales fines.
El próximo paso, anunciado por el Consejo, es la elección del nuevo director ejecutivo. Esta vez deberán ser convocadas y votar 15 personas, tal y como dice la ley 151-2004, de la autoría de Pedro Alegría. Quince, a menos que haya un tranque para decidir cuál de las dos diputadas vota. Entonces serían 14, hasta que eso se defina. Sin inclusiones por complacencia ni omisiones maliciosas. Sin interpretaciones fuera de contexto. Exactamente las figuras que dice la ley. Si la ley es buena para recibir los fondos y se crearon mecanismos para que así sea, no deben ponerse trabas a los miembros legítimos del Consejo. La membresía está definida por posiciones, aun sin la existencia de un decreto presidencial con sus nombres, los cuales siempre serán variables, pues las posiciones no son eternas, ni los decretos son tan abundantes.
Creo que la convocatoria, transparente y sin omisiones, estará en las buenas manos del presidente del Consejo, el pujante educador Ing. Carlos María Mejía. Por su parte, el partido de gobierno (PRM), mayoritario en el organismo, deberá asegurarse de consensuar con la membresía, la elección de un director con experiencia, de mentalidad amplia y que le ponga un sello de eficiencia a su gestión. Sé que en este punto alguien podría argumentar que «eso no es político». Solo le podría contestar «¡no me digas!».
Por cierto, me dijo uno de los interesados, que el Consejo se reúne este domingo. Posiblemente ese día se defina la posición.
Por convicción, apoyo abiertamente que Odalix Martínez ocupe esa dirección. Creo que su dedicación y su vocación de trabajo en equipo, garantizan una fructífera gestión. El hijo de Memén Martínez… hombre de equipo, creyente en el trabajo, humilde y bien preparado, se ha dado a sentir en grande desde que regresó de los Estados Unidos. Pero lo más importante, ha manifestado su intención de dar seguimiento a las cosas buenas que se han hecho, al tiempo de introducir nuevas y dinámicas ideas, que se traduzcan en el apoyo a las iniciativas privadas y el recibimiento de turistas.
Escrito esto, paso a reconocer la valía de los demás aspirantes que conozco. Reconocer los méritos de Odalix no equivale a restar valor a los demás.
Hay que trabajar para que el turismo traiga dinero a Ocoa. Hay que seguir sembrando, pero ya es tiempo de cosechar.
Comentarios...