Por Omar Ureña
Leí con estupor en un foro o grupo de prensa de Ocoa por WhatsApp, donde pertenecemos como miembros, por el oficio que realizamos en los medios de comunicación, una información donde se hablaba de una familia que necesitaba referir a un enfermo del centro de salud público más importante de la provincia, como lo es el hospital San José y no había una ambulancia que pudiera brindar ese servicio.
Las autoridades competentes, los que tienen que gestionar las necesidades de la gente están inmersos en otros asuntos, menos en lo que le corresponde.
El 6 de diciembre de 2000, mediante la Ley 66-00, se separa San José de Ocoa de Peravia para formar la provincia actual. Desde entonces hasta la fecha muy poco hemos avanzado, o casi nada.
No se explica que 17 años después no contemos ni siquiera con una ambulancia, sobre todo con tantos accidentes que suceden a diario en esta comunidad.
Quienes representan al gobierno en las provincias son los gobernadores civiles, estos están para dar respuestas a esas necesidades y lamentablemente carecemos de gestiones para esta y otras necesidades que nos indignan, lastiman y porque no, nos causa la mayor de las impotencias.
La negligencia de no tener una ambulancia en el casco urbano, no debe recaer solamente en el funcionario que representa al presidente de la Republica, ya que existen tres dependencias del área de salud como es la Provincial de Salud, la dirección del Hospital San José y la Gerencia de Área, que pienso yo están ahí para esas cuestiones propias de su deber.
Me asalta la duda que sean estrategias del ámbito político y que se está esperando tiempos de elecciones para gestionar como en tiempos pasados dos o tres ambulancias que terminan desapareciendo y nadie sabe dónde van a parar.
El senador anterior, hoy Cónsul General en la ciudad de Nueva York Carlos Castillo, mientras ocupó el cargo trajo una ambulancia a esta población, que inclusive en una ocasión fui referido en la misma a la provincia Peravia, donde se le poncho un neumático a mitad de camino y ni siquiera repuesta tenia (goma adicional, para esos casos), pero mucho menos un gato hidráulico para levantar el vehículo. O sea, que si hubiese sido un caso de mayor gravedad, pues no estaría escribiendo estos párrafos, tan solo por el desinterés existente de las autoridades.
Es decir, que lamentablemente si sucede una emergencia de grandes proporciones en esta “PROVINCIA” nos llevó quien nos trajo.
¡Si ombe sí!
Comentarios...