El futuro del leonelismo
Por Nóbel Mejía.-San José de Ocoa
Las dos alas del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) en San José de Ocoa están, en cierto modo, huérfanos de cabeza o liderazgo capital. Esa realidad se ve a leguas, se huele, se escucha, se palpa.
El danilismo baila entre Abraham Martínez y Félix Estrella, uno menguado en el ejercicio y el otro en el anonimato obligado. De manera que ninguno es capaz de aglutinar toda la fuerza de su bando, al menos por ahora. El leonelismo está de capa caída, presentando a un Francis muy tímido y un Carlos extraviado en el cosmos.
Una verdad del tamaño del sol: Francis Mancebo fue, es y será el líder natural del leonelismo. Carlos Castillo fue un “invento” traído por las greñas en un momento crucial, sobre todo para derribar al coloso Pedro Alegría. Mucho dinero, gran capacidad de gestión y estrecha cercanía con el entonces presidente Leonel Fernández se combinaron para lograr el objetivo. Cuando Castillo llega a nuestra provincia, hace rato Mancebo era comandante convencional de las tropas. Tanto así que “prestó” sus cuadros políticos y estos catapultaron a Carlos.
El diputado maneja a profundidad los intríngulis del partido, conoce a su gente y tiene una estructura. El exsenador nunca se preocupó por armar una base y, por ende, lo que creó a su alrededor fue una especie de lambonismo, culto a su poder económico y político, su carácter de jefe u hombre de pantalones. Aunque en su interior hay un verdadero líder, ángel, magnetismo, poder atrayente o como se llame, Castillo no lo sabe o presenta un cascarón porque teme explotar ese potencial.
Con el leonelismo ocoeño sucederá una de dos cosas: será ganancioso si Leonel es el candidato o será perdedor si es otro. El politólogo Belarminio Ramírez Morillo sostiene que el frente leonelista sólo gana con Margarita Cedeño. Así mismo, dice Leonel pierde de Luis y Danilo gana en cualquier escenario.
Los leonelistas ocoeños se están organizando, un proceso muy tímido donde algunas piezas claves resisten porque no quieren exponerse, sobre todo cuidando las apariencias, la neutralidad que evita enemigos, el cheque o la posición. Francis se maneja por abajito, ni muy comprometido ni muy despegado. Alguien comentó en ciertos pasillos que el legislador se niega a sacar la cabeza y dirigir “abiertamente” las huestes del león, al menos por ahora. Veamos lo que pasará en los próximos días, donde se dice Leonel girará una visita de contacto a San José de Ocoa. Como antesala, una reciente reunión no produjo los resultados numéricos que se esperaban.
A pesar de los pesares, Francis Mancebo es el líder natural del leonelismo. Desde luego, siempre existe la remota posibilidad de que Carlos Castillo resucite, bien sea por decisión propia o alado por las greñas. En tal caso, es un tiro “obligado” que Mancebo volverá a ceder espacio. Si Carlos no retorna, más aun si Leonel es el candidato, es probable que Francis reciba la oferta de la senaduría y se vea tentado por ello. Si Carlos retorna, independientemente del candidato presidencial, Francis apostará a seguir en la cámara baja.
Si el “asunto” del 2020 se resolverá en primarias, la lógica de caballo dice que Danilo Medina presentará uno de sus tres gallos de pelea: Abraham Martínez, Félix Estrella, Pedro Alegría. En reiteradas ocasiones hemos dicho que este último está sólo en la cancha, no tiene oposición más que su propio accionar y la balanza que lo pesa y contrasta. Es sólo cuestión de que se oficialice los amoríos entre Alegría y el danilismo. De Abraham y Félix hace rato lanzamos tiro a la diana. La posibilidad de que Carlos Castillo pase a las filas del danilismo fue sugerida poco después de su derrota. No crea usted imposible que Danilo asuma a Castillo, sobre todo si Pedro Alegría se presenta vía otras fuerzas y en oposición al Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
Cabe destacar que todo este panorama presentado puede ser totalmente distinto si el oficialismo se fragmenta oficialmente, valga la redundancia.
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